La que supo ser la tercera planta de Fabricaciones Militares del interior del país, ubicada en Jáchal, San Juan, bajó sus persianas en junio pasado y el pasado 28 de enero remató el mobiliario. En medio de los rumores de que el gobierno nacional venderá la empresa, su activo más importante en la provincia fue el primero en verse afectado por el achicamiento. Hubo intentos de rescate porque anticipaban que iba a tener demanda con nuevos proyectos mineros, pero no prosperaron. En el departamento del norte aseguran que se sintió el impacto hasta en el comercio, porque era la fuente de trabajo de más de 80 familias con sueldos altos.
El futuro de la empresa estatal dedicada a explosivos y municiones está en duda en todo el país. Las últimas versiones periodísticas indican que podría cerrar la fábrica ubicada en Villa María, Córdoba, y el punto de referencia es lo que pasó en San Juan. Es que la tercera planta más grande estaba en Jáchal, siendo esta la unidad de negocios que vendía explosivos para minería. Fue inaugurada en 2014, en un acto en el que participó a través de videollamada la ex presidenta Cristina Fernández Kirchner. La expectativa era que se convirtiera en distribuidora de explosivos para minería tanto para la provincia como la región Cuyo y el NOA.
Finalmente, los planes para futuro quedaron en nada. El primer gran problema que tuvo fue cuando no se actualizó la infraestructura para hacer emulsiones. Cuando esto ocurrió el producto que ofrecía la fábrica no podía ser adquirido por Veladero y luego, cuando Gualcamayo dejó de extraer nuevo material, la planta quedó fuera de juego. En 2022 la planta se concentró en vender a la minería no metalífera de Valle Fértil, retomaron el plan de mejoras y ampliación y hasta instalaron paneles solares para reforzar su matriz energética.
A pesar de esto, no concretaras las inversiones mayores y así fue que la planta inició el 2024 en plena crisis por falta de demanda de sus productos. En abril pasado las autoridades nacionales de Fabricaciones Militares se acercaron hasta la planta jachallera, hubo reuniones que incluyeron a las empresas mineras que trabajan en San Juan y vecinos del departamento. Existía una solución: reinvertir en la fábrica local para que pudieran empezar a fabricar emulsiones, lo que permitía vender a otros proyectos actuales y futuros. Pero desde Nación nunca llegó la decisión de volcar fondos en la planta local.