Los ataques a personas en situación de calle no son nuevos, pero su frecuencia y brutalidad en el departamento Rosario llaman la atención. En la última década, se han registrado al menos cuatro agresiones donde sus atacantes prendieron fuego a sus víctimas.
El más reciente es el del hombre de 45 años que fue golpeado, rociado con combustible e incendiado este jueves en la zona sur de la ciudad y pelea por su vida en el Heca. Este se suma a otros crímenes emblemáticos, como el de Guillermo Soto en 2015, Néstor Lezcano en 2019 y Luis Álvarez en 2021.
Tiempos de crueldad: patearon, rociaron con combustible y prendieron fuego a un hombre en situación de calle
El caso de Soto es el más emblemático ya que su nombre bautizó el pasaje 512 de barrio Las Flores donde vivía y fue asesinado de la forma más cruel para generar conciencia para no naturalizar la violencia.
En 2023, un equipo de investigadores de la Universidad de Buenos Aires (UBA) junto a organizaciones sociales presentaron el Registro Único de Violencias (RUV) en el que se destacaron que en 2022 las jurisdicciones con mayor cantidad de hechos de violencia fueron la Ciudad de Buenos Aires con 58 casos, la provincia de Buenos Aires con 45, Santa Fe con 28 y Salta con 13.
Los tipos de violencia se dividieron en tres: ataques físicos en el espacio público entre ciudadanos “producto de los procesos de estigmatización y rechazo social”, violencia institucional –ataques físicos o simbólicos por parte de fuerzas de seguridad u otros funcionarios públicos– y el tercero relacionado a la estructural en las que se denominan a las lesiones producto de las condiciones sociales y materiales de vivir a la intemperie.
“El aumento de las violencias sociales se viene registrando desde hace tiempo, por ejemplo, en clave de hostigamiento, robo, incendio, daño, lastimaduras físicas por parte de otras personas que viven en la ciudad que no están en calle y que lastiman, molestan, hostigan o incluso le roban cosas a quienes están en calle. Eso da cuenta de la naturalización de la violencia y de cómo la violencia se ha convertido, tanto física como simbólica, en el lenguaje común para dar cuenta de la intolerancia”, fue la reflexión que hizo la investigadora del Conicet Jorgelina Di Iorio, coordinadora del equipo de investigación del RUV, a un medio nacional.
Una calle para reflexionar sobre el horror
Guillermo Soto tenía 60 años y era conocido por los habitantes de barrio Las Flores. Durmió por años en pasaje 512 al 6400 hasta la madrugada del viernes 20 de marzo de 2015, un grupo de hombres le prendió fuego mientras dormía.
La víctima fue socorrida por vecinos y trasladada hasta el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Guillermo murió al día siguiente producto de las quemaduras que le afectaron el 70 por ciento de su cuerpo.
El brutal asesinato conmovió a la sociedad hasta el punto que el año siguiente el Concejo, tras la presentación de la Junta de Historia de Rosario, decidió hacer una especie de homenaje al hombre bautizando con su nombre el pasaje 512 al 6400 donde fue asesinado. “Así como se resaltan valores de una persona que trascendió, es importante repudiar conductas para que no se borre de la memoria colectiva de la ciudad un hecho de máxima violencia y falta de sensibilidad”, dijo en ese entonces el presidente de la Junta, Miguel Carrillo Bascary.
Ataque a traición en Baigorria
Pasaron cuatro años y el 30 de octubre de 2019 se volvió a conocer que una persona en situación de calle fue atacada a golpes y prendida fuego.
Fue a las 3 de la madrugada cuando los vecinos escucharon gritos y hallaron el cuerpo de Néstor Lezcano, de 43 años, prendido fuego dentro de una casa en construcción de la vecina localidad de Granadero Baigorria.
Por este tiempo, los pesquisas determinaron que los homicidas fueron dos hombres que bajaron de un Volkswagen Polo blanco con un palo y un bidón para luego huir a toda velocidad.
Otro crimen similar en barrio Godoy
El otro ataque fatal contra una persona en situación de calle fue la medianoche del 30 de agosto de 2021 cuando vecinos socorrieron a Luis Álvarez, de 58 años, mientras gritaba y se revolcaba con sus ropas en llamas por Rivarola al 6700, de zona oeste.
Luis fue trasladado al Heca donde agonizó con el 90 por ciento del cuerpo quemado hasta que la Fiscalía informó que había fallecido a las 24 horas.
Los vecinos contaron que Luis Álvarez dormía debajo del alero de un negocio de Rivarola y República del Salvador y lo recordaron como un hombre que no molestaba a nadie, que pedía en los semáforos de Provincias Unidas y Rivarola. “Los vecinos le daban comida y agua pero tenía problemas para desplazarse y estaba todo el día tirado o caminando muy mal, pobre hombre”, se lamentó un comerciante que en dicha oportunidad no podía salir de la conmoción por el brutal y cruel asesinato.
Asistencia
Para solicitar asistencia a personas en situación de calle se pueden comunicar al 147; a través del “Muni Bot”, en un chat de WhatsApp disponible mediante el 341-5440147; a través de la página oficial del municipio; o presentándose en la Secretaría de Desarrollo Humano, ubicada en Santa Fe al 638.