“Las cosas que sé que son verdad”, del australiano Andrew Bovell, dirigida por José Luis Alvarez, es uno de los milagros de la cartelera del off que agota localidades semanalmente y cautiva un público que llega gracias al boca en boca.
¿Cuáles son nuestras certezas absolutas? ¿Y qué hacemos con ellas? En una casa suburbana, con un pequeño jardín, una familia de clase media afronta el paso de un año decisivo. A través de la metáfora material del transcurso de las cuatro estaciones, se condensarán el crecimiento y cambio de cuatro hermanos y hermanas, y sus vínculos con su padre y su madre. El nido vacío, las frustraciones y lo que no pudo ser.
El elenco está integrado por Pablo Gelós, Catalina Luchetta, Paola Muratorio, David Paéz, Teresita Rellihan y Agustín Tellechea, quienes se presentan los domingos, a las 19.30 en El Camarín de Las Musas. Conversamos con Gelós, además guionista de series de renombre como “Iosi, el espía arrepentido”, de Amazon, y “Espartanos”, de Disney.
Periodista: ¿Qué te atrajo de esta obra para querer formar parte y por qué al público le gusta tanto?
Pablo Gelós: Conocía al director y estuve atento a su propuesta, vi que la obra estaba excelentemente bien escrita y tenía mucha potencia dramática. Además era un desafío para mi que no estaba acostumbrado a papeles tan dramáticos porque mi formación había sido para el humor y la comedia. Acá hay pequeños chispazos de humor para relajar pero es muy fuerte. Esta obra es australiana y le fue muy bien en Europa así que decidieron encararla. Al público le gusta por la potencia dramática, va palo y palo, no da respiro, todo lo que se ve atrapa por algo, y toca temas que es difícil que no toquen a alguien.
P.: Fuiste guionista de “Iosi” y “Espartanos”, ¿cómo es escribir para las plataformas, “a diez manos”?
P.G.: Escribo para equipos de guionistas para series muy grandes. Es muy difícil que esas series las pueda escribir una sola persona, siempre son equipos grandes, por ejemplo, en “Iosi” hacíamos equipo con dos y teníamos un headwriter, Sebastián Borensztein, y además un showrunner, Daniel Burman. Es un proceso donde se nos piden cosas específicas, se explica el proyecto, se discute en grupo y se avanza. Es un proceso muy largo con muchas correcciones y devoluciones, muchas opiniones sobre la mesa, y eso es lo genera la alta calidad de un guion como “Iosi”. Fue genial porque la nominaron dos veces consecutivas para los Emmy así que estuvo en Nueva York.
P.: ¿Y Espartanos?
P.G.: Venía trabada porque no había guiones que convencían, nos llamaron a nosotros y si bien tenía prejuicios con el tema del rugby, cuando entendimos la historia y conocimos a Coco, el personaje real en que se inspira la serie, nos tiramos de cabeza, vimos el potencial de mensaje de redención y a la vez atrapó a nivel suspenso y emocional. Nuestro trabajo fue elegir que de todo lo que escuchamos ameritaba formar parte del guion. Y siempre, todos los guionistas aunque trabajemos bajo encargo tenemos el sueño de contar nuestra propia historia.
P.: ¿Cómo ves el trabajo en el teatro independiente?
P.G.: No existe país en el mundo que tenga la cantidad de grupos de teatro que hay en Argentina, seguramente los lunes hay unas 50 propuestas. Por algún motivo que no entiendo los argentinos amamos el teatro y el independiente es algo muy duro de llevar adelante. Requiere un desgaste de tiempo, lo económico uno no lo cuenta, si no pierde plata sale hecho, y hay una necesidad de mostrarse, contar, expresar, vincularse con las emociones de la manera en que solo el teatro puede lograr.
P.: ¿Cómo ves el teatro y la cultura?
P.G.: La argentina siempre fue un país privilegiado y hoy pese a la crisis hay una necesidad enorme de contar historias, interpretarlas y analizarlas. Lo llevamos en nuestro ADN.