La selección argentina recuperó su mejor versión. En Montevideo, ante la siempre difícil Uruguay, que ya le había ganado en la primera vuelta, jugó un segundo tiempo perfecto y se quedó con la victoria en la fecha 13 de las eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial 2026. La diferencia en el marcador, de apenas 1 a 0, no refleja lo acontecido en el estadio Centenario, ya que el equipo dirigido por Lionel Scaloni fue ampliamente superior, sobre todo en el complemento. ¿La mala noticia? Nicolás González fue expulsado en los últimos minutos y Lionel Scaloni pierde otra pieza importante para el partido del martes ante Brasil.
El clásico rioplatense fue atractivo y se jugó con el cuchillo entre los dientes. Nada que no ocurra cada vez que se enfrentan uruguayos y argentinos. La fricción se hizo presente desde el primer minuto, pero el árbitro paraguayo Juan Benítez tuvo una gran actuación y supo manejar las tensiones para que el partido no se le vaya de las manos. Cobró 11 faltas por lado y amonestó cuando tuvo que amonestar. La expulsión del futbolista de Juventus, que ingresó a los 69′ por Giuliano Simeone, de auspicioso debut como titular, era clara: una patada a Nahitan Nández a la altura del abdomen. El juez principal cobró la infracción y no aguardó por el llamado del VAR, como suele pasar en la actualidad, para mostrar la tarjeta roja.
Apenas comenzado el encuentro, Uruguay salió con vehemencia. Tenía que hacer pesar la localía. A la Argentina le costó hacer pie, aunque es cierto que Emiliano ‘Dibu’ Martínez tuvo muy poca participación. No lo comprometieron, en parte, gracias a la gran actuación de la defensa albiceleste, principalmente de Nicolás Tagliafico, quien ganó una enorme cantidad de duelos tanto por el sector izquierdo como por el centro, cuando colaboró en la marca con Nicolás Otamendi y Cristian ‘Cuti’ Romero. Del otro lado, Sergio Rochet, arquero uruguayo, también fue un espectador de lujo en los primeros 45′. Apenas desvió, de gran manera y a poco del final, un centro de Simeone desde adentro del área que buscaba a Julián Álvarez. Uruguay lo iba a necesitar más adelante.
La segunda mitad fue completamente diferente. El dominio argentino fue absoluto y cada vez comenzaron a aparecer más puntos altos. Simeone, Leandro Paredes, Thiago Almada y Julián Álvarez jugaron a un nivel altísimo y, gracias a eso, la Argentina se llevó los tres puntos. El único gol llegó a los 68′ y fue una obra de arte. Julián comandó un ataque con la personalidad y el fútbol que lo caracteriza y buscó a Almada cerca del vértice izquierdo del área uruguaya. La estrella de Atlético de Madrid solo necesitó dársela al pie al flamante refuerzo de Lyon, que hizo lo que mejor sabe hacer: levantó la cabeza, abrió el pie y, con un remate imposible desde afuera del área, la clavó en el ángulo del segundo palo.
LA NACION
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