Con sigilo y mientras la Selección Argentina goleaba a Brasil en el Monumental, desde el Ministerio de Seguridad de la Nación trascendían este martes cambios estratégicos. Patricia Bullrich decidió desplazar a Ricardo Ferrer Picado de su cargo de director nacional de Inteligencia Criminal.
El cambio sonaba hacía unos días pero se determinó cuando la ministra logró repatriar al reemplazante: se trata de Ramiro Anzit Guerrero, un especialista en el área que estaba trabajando en la sede de Interpol en Lyon, Francia, por recomendación de la propia Bullrich. Los dos trabajaron juntos en el paso por el Ministerio de Seguridad durante el gobierno de Cambiemos.
Desde el entorno de la ministra se encargaron de negar que la modificación en el organigrama tuviera que ver con los operativos de las fuerzas federales y sus intervenciones en las marchas frente al Congreso que se sucedieron en las últimas semanas, en particular, por los cuestionamientos ante las graves heridas que sufrió el fotógrafo Pablo Grillo por un proyectil de gas lanzado contra él por un agente de Gendarmería.
«No hay temas en discusión. El operativo fue perfecto por parte de nuestras Fuerzas Federales. No hay internas dentro del gabinete», descartaron desde Seguridad. Y plantean que el corrido funcionario Ferrer Picado seguirá cumpliendo un rol en el ministerio, aunque en un puesto aún no determinado.
La excusa oficial del cambio se centra en una filosofía que Bullrich le quiere impregnar a su gestión y que va a tono con su deseo de, eventualmente, hacer de la Policía Federal una fuerza al estilo el FBI estadounidense. «Simplemente es un movimiento dentro del Ministerio. Asume alguien nuevo con vínculos en inteligencia a la altura de las investigaciones que tenemos hoy y él (por Ferrer Picado) continuará trabajando como lo venía haciendo», sostienen fuentes oficiales al tanto de las modificaciones de un área sensible.
En ese sentido, el regreso a la función pública del nuevo director Anzit Guerrero cuadra en los planes de Bullrich, que ganaría en un especialista que siente creció bajo su ala.
Quién es Anzit Guerrero, el nuevo director de Inteligencia Criminal
Con 50 años, Ramiro Anzit Guerrero deja un puesto de prestigio internacional para volver a trabajar bajo órdenes de Bullrich. La ministra fue quien lo impulsó para llegar a ser, como lo era hasta ahora, oficial de Inteligencia Criminal de la Secretaría General de Interpol, con sede en la ciudad francesa de Lyon.
Desde abril de 2022, Anzit Guerrero tenía bajo su órbita la relación del organismo internacional con las policías y fuerzas de seguridad de Brasil, Bolivia, Ecuador, Colombia, Paraguay y Perú.
Su propio currículum, al que accedió Clarín, da cuenta de un camino de especialización. El flamante director nacional tiene un doctorado en Derecho Penal y Ciencias Penales en la Universidad del Salvador, es magíster en Estudios Estratégicos del Instituto Universitario Naval y experto universitario en Seguridad Internacional y Servicios de Inteligencia por la UTN.
Habla cinco idiomas: avanzado en inglés y portugués, intermedio en francés y básico en árabe, además de su español nativo.
Desde que fuera asesor 2006 en la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, la carrera pública de Anzit Guerrero dio saltos para un perfil claro.
Entre 2010 y 2011 fue analista de Medio Oriente, según consignó textualmente en su currículum, en «Jefatura 2 (inteligencia) Ejército Argentino«.
Los años lo llevaron a trabajar para la Policía Metropolitana (luego renombrada de la Ciudad), en el Ministerio de Seguridad bonaerense en tiempos de María Eugenia Vidal gobernadora y en Nación, con Bullrich en tiempos macrista.
Anzit Guerrero llegó a ser director de Inteligencia Criminal Estratégica en tiempos de Cambiemos, un escalafón inmediatamente menor al que ahora le ofreció ocupar la misma funcionaria: Patricia Bullrich.
DS