El Teatro El Círculo estrena «Las bodas de Fígaro»

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“Las bodas de Fígaro”, una de las grandes óperas de Wolfgang Amadeus Mozart, llega a los escenarios de Rosario. El Teatro El Círculo prepara una puesta íntegramente producida en la ciudad de esta gran comedia, con dirección escénica de Sebastian Nuñez, vestuario de Ramiro Sorrequieta y Liza Tanoni, escenografía de Walter Gonzolin, un elenco de doce solistas, y las interpretaciones del Coro de la Ópera de Rosario y la Orquesta Provincial de Rosario, bajo la batuta de Javier Mas. Se presentará en dos únicas funciones el domingo 13 (extraordinaria, para público general) y el miércoles 16 (abono).

Esta pieza del Siglo XVIII transcurre durante una jornada de enredos en el palacio del conde y la condesa Almaviva, cuando sus súbditos Susana y Fígaro deciden proclamar su boda. El libreto es de Lorenzo da Ponte, basado en la pieza de Pierre Augustin Caron de Beaumarchais.

“‘Las Bodas de Fígaro’ es una obra maravillosa, es enorme. Es una de las óperas más importantes del período clásico de Mozart. Es un gran desafío para nosotros y estamos muy felices. Venimos muy bien y estamos seguros de que vamos a hacer una puesta innovadora, con un gran trabajo escénico, y que la gente va a disfrutar mucho porque es una comedia de enredos imperdible de principio a fin”, aseguró Sebastián Nuñez en diálogo con La Capital.

Para esta puesta especial, transversalmente rosarina, el equipo planteó un “cambio radical”: hacer del palacio una gran carpa de circo. “Pensé que poner la obra en un palacio del siglo XVII quedaba muy lejano, entonces hice un acercamiento proponiendo un gran circo de palacio. De esta forma, acerco a los personajes a algo un poco más contemporáneo”, apuntó el director de escena. Además, para subrayar la invitación a reírse “en la cara del estatus quo” que propone la obra, la búsqueda era que toda la acción “suceda en un ámbito de burla”. La metáfora es clara y agrega capas a la pieza.

“La obra tiene un doble sentido: por un lado está mirando algo que parece pomposo y solemne, y que está dentro de las formas del clasicismo, pero a la vez el mensaje es que los criados se están burlando en la cara de la nobleza. Ese es el juego que nosotros rescatamos y que genera mucha cercanía, porque no estamos viendo una obra compleja literariamente. Pone a la burguesía como un personaje ridículo”, remarcó Núñez.

Esta perspectiva también contribuye a acercar esta ópera a la actualidad. “Quiero rescatar que todo suceda en un ámbito de burla, sustentado en la comedia, en el payaso y en el clown. ‘Las Bodas de Fígaro’ invita a eso, a reírnos en la cara del status quo, de nuestros dirigentes, de ciertos políticos. Es la revolución de los personajes subordinados que le hacen caer las caretas a sus superiores”, agregó Sebastián.

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Un elenco «joven y fresco»

Otra peculiaridad de Fígaro es que tiene doce personajes principales. “El elenco de Fígaro siempre es un desafío en todas partes del mundo porque se necesitan cantantes que tengan cualidades de actuación. En Rosario, se dio en los últimos tiempos que están emergiendo cantantes líricos de mucha calidad, muchos de los cuales están dentro del Estudio de Ópera de El Círculo”, apuntó Núñez respecto de la selección de los actores y actrices, muchos de los cuales debutarán como solistas.

Para llevar adelante el casting, realizaron audiciones cerradas con talentos locales. “Es un elenco muy joven y muy fresco, que tiene como particularidad ese fuego y ese deseo que quizás no tienen otros elencos cuando se hace ‘Bodas’”, agregó el director escénico.

Esta puesta está protagonizada por los barítonos Alejandro Spies en el rol de Fígaro, e Ismael Barrile (Conde de Almaviva); las sopranos Patricia Villanova (Condesa), Nazarena Vidal (Susanna) y Sophia Haro (Cherubino), acompañados por el bajo Roman Coccalotto (Don Bartolo), el tenor Andres Novero (Don Basilio), las sopranos Josefina Salarano (Marcellina) y Morena Sánchez Mastrángelo (Barbarina) y el barítono Alfonso Giancola (Antonio), junto al Coro de la Ópera de Rosario, que dirige Horacio Castillo, y por supuesto la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario dirigida por Javier Mas.

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La trama se desarrolla en Sevilla durante el siglo XVIII y se sitúa en el palacio del conde de Almaviva. Rosina ya se ha convertido en su mujer, la Condesa, pero el conde busca los favores de la joven Susanna, que es la prometida de Fígaro. La trama se complica cuando el conde descubre que su paje Cherubino muestra mucho interés en la condesa, por ello se quiere deshacer de él enviándolo a la guerra. Fígaro, Susanna y la Condesa se ponen de acuerdo para entorpecer los planes del conde y poner de manifiesto su infidelidad. Al final de la jornada todos los protagonistas se encuentran en el palacio, donde se suceden los equívocos hasta que finalmente el Conde y la Condesa se reconcilian, y Fígaro y Susanna se pueden casar.

“Necesita una puesta de lujo, con la decoración de un palacio pero en una carpa de circo. Vamos a ver escenografía con mucho barroco, mucho dorado, muchas puertas y ventanas que se abren”, compartió Sebastián. Para materializar esta idea, la escenografía fue construida íntegramente en los talleres de El Círculo, con realización de Walter Gonzolin.

Por otra parte, el vestuario diseñado por Ramiro Sorrequieta y Liza Tanoni es una verdadera obra de arte. “Es una fusión entre vestuarios clásicos del Siglo XVII llevados al circo del 1900 y a la actualidad. Vamos a ver personajes caracterizados con el lujo del barroco, con sastrería, corsetería, pelucones altos, cruzados con la comicidad del clown. El vestuario es una perla más en este tono de comedia que atraviesa toda la obra”, apuntó Núñez.

La obra dura aproximadamente tres horas con un intervalo central, está subtitulada en castellano, y las entradas tienen precios accesibles. Todos estos elementos, sumados al género de comedia, hacen que esta propuesta de El Círculo sea una oportunidad ideal para que quienes nunca se animaron a la ópera, se acerquen al teatro, a disfrutar una puesta que será un hito para la ciudad. “Es tan perfecta la obra en sí que nos estamos divirtiendo mucho armándola”, cerró Sebastián.

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