Una tía del condenado como jefe de la banda de Los Monos Ariel «Guille» Cantero quedó en prisión preventiva por dos meses, acusada de integrar una organización de narcomenudeo en barrio Godoy. La mujer de 65 años fue detenida la semana pasada en la misma cuadra donde un mes antes fue asesinado su hijo Esteban Fernández, atacado a balazos por dos hombres en moto a causa de una aparente deuda o conflicto por drogas. De acuerdo con la imputación fiscal, la banda se dedicaba a acondicionar, fraccionar y vender drogas al menudeo en la zona.
Cristina Rita Contreras fue acusada por ser parte de una asociación ilícita que, según la investigación a cargo de la fiscal Juliana González, funcionó al menos entre el 28 de agosto de 2024 hasta el día de su detención, el pasado 10 de abril. Imputada en carácter de miembro de la organización, sumó a ese delito el de comercialización de estupefacientes en carácter de coautora. El juez Ismael Manfrín, quien integró el tribunal que juzgó a la banda de Los Monos en 2018, avaló un acuerdo entre partes y dispuso la prisión preventiva de la mujer por un plazo de 60 días.
La mujer es hermana de Patricia Celestina Contreras, madre de Ariel “Guille” Cantero, condenado como jefe de Los Monos, y de Claudio “Pájaro” Cantero, asesinado en mayo de 2013. Cristina fue detenida la semana pasada por personal policial que la arrestó en la cuadra de su casa, cercana a la comisaría 32ª.
De acuerdo con la Fiscalía, del grupo de narcomenudeo participó además un hijo de Contreras, Miguel Angel Fernández, quien ya fue imputado el pasado 13 de abril por los mismos delitos y se encuentra en prisión preventiva por el plazo de ley de dos años. Además de otra mujer identificada como Damaris F. y “otras personas aún no identificadas”, indicó este lunes el Ministerio Público de la Organización acerca del resultado de la audiencia.
El área de acción del grupo de microtráfico, según se indicó, se circunscribía al barrio Godoy y tuvo como objeto prioritario “el desarrollo de actividades ilícitas indeterminadas, principalmente la comercialización de estupefaciente al menudeo». En ese marco, el rol atribuido a Cristina —al igual que a su hijo— es el de la venta en la vía pública, de forma directa al consumidor, en cercanías a su domicilio.
Dentro de esa red, para la Fiscalía, otro hombre que operaba como soldadito se encargaba del traslado de las dosis fraccionadas a domicilios donde se concretaba la venta a los usuarios.
El crimen del primo
Un mes antes, el lunes 10 de marzo, un hijo de la mujer imputada fue asesinado la esquina de Uriarte y Campodónico, donde una última hilera de casas da paso a una zona de quintas cercana al Complejo Penitenciario de 27 de Febrero al 7800. Esteban Gustavo Fernández tenía 47 años y fue atacado con al menos ocho tiros frente a sus familiares por dos hombres que pasaron en moto alrededor de las 20.
El hombre fue asistido por personal del Sies que lo trasladó en ambulancia hasta el Hospital Clemente Alvarez. Minutos después falleció por múltiples heridas de bala en el pecho y el cuello. En el lugar del ataque se incautaron siete vainas servidas calibre 9 milímetros. Por testimonios de familiares de la víctima los investigadores supieron que los atacantes habían escapado hacia una casa de la calle Ouvard al 7800 —ex pasaje 1735— donde al parecer residían.
Ese lugar fue allanado horas más tarde en una serie de operativos nocturnos. La policía detuvo a cinco personas, cuatro hombres y una mujer, y encontró drogas en una terraza. Se incautaron 490 dosis de cocaína, trece celulares y casi 600 mil pesos, además de un auto Volkswagen Nivus.
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Fernández era primo hermano de “Guille” Cantero y según la pesquisa fue asesinado a raíz de una deuda o conflicto por drogas con un búnker cercano a su casa, el mismo que fue allanado tras el crimen. Según la investigación del fiscal Lisandro Artacho, en una primera pasada los atacantes lo “marcaron” cuando estaba en un callejón cercano a su casa. Un rato después volvieron a pasar y el que iba como acompañante en la moto apuntó con un arma y realizó múltiples disparos.
El hijo del «Morocho»
Como el supuesto autor de los disparos, dos semanas después fue detenido en Brasil al 2800 un adolescente de 16 años. El chico, cuyas iniciales son T.E.V., es hijo biológico de Claudio “Morocho” Mansilla, el preso que en 2023 fue condenado como jefe de una violenta y temida banda de venta de drogas ligada a varios homicidios que tuvo su base de operaciones en el barrio Santa Lucía y que protagonizó una fuga cinematográfica de la cárcel de Piñero.
Fue imputado como coautor de un homicidio agravado por el uso de arma de fuego y el juez de Menores Alejandro Cardinale dispuso que permanezca privado de la libertad de manera cautelar en el Centro Especializado de Responsabilidad Penal Juvenil (exIrar).
En tanto que Rodrigo B., uno de los detenidos en la casa de calle Ouvard, fue imputado demás de las actividades de narcomenudeo como quien el día del crimen, alrededor de las 17 les entregó al conductor de la moto —aún no identificado— y al adolescente que lo acompañaba el arma calibre 9 milímetros usada en el ataque. Quedó detenido en carácter de partícipe de un homicidio agravado.