Andrew Phillip Cunanan fue un asesino serial que mató a cinco personas, entre ellas el célebre diseñador de moda italiano Gianni Versace en Miami, lo que generó que la Policía lo cercara y se viera obligado a tomar una drástica determinación.
Nacido el 31 de agosto de 1969 en California, Cunanan también fue el autor del crimen del conocido empresario inmobiliario Lee Miglin en Chicago.
Este sujeto, a raíz de los homicidios que cometió, sobre todo el de Versace pasó a ser uno de los diez fugitivos más buscados por el FBI.
Cunanan era el menor de cuatro hijos de una familia conformada por Modesto Cunanan, estadounidense de origen filipino, y Maryanne Schilacci, estadounidense de ascendencia italiana.
El padre no pudo asistir al nacimiento de Andrew porque formaba parte del Cuerpo de Marines en la guerra de Vietnam.
En la escuela independiente The Bishop’s School en el barrio de La Jolla, en San Diego, Cunanan era un alumno muy inteligente, hablador y aprobado con un cociente intelectual de 147.
Sin embargo, a medida que fue creciendo se volvió un adolescente mentiroso que contaba historias ficticias sobre su familia y su persona, la gran mayoría de ellas vinculadas a una vida llena de lujos y privilegios.
Además, pasaba mucho tiempo leyendo y memorizando pasajes de la Biblia, algo que fue fomentado por su madre, quien le inculcaba que él estaba predestinado a ser alguien superior al resto de la sociedad.
Luego de la guerra de Vietnam, su padre se retiró del ejército y obtuvo grandes beneficios económicos, por lo que se hizo corredor de bolsa. Pero se descubrió que el hombre cometió delitos como malversación de fondos y para huir de la Justicia se escapó a Filipinas.
Cuando el joven tenía 19 años, su madre descubrió que era homosexual, lo que la llevó a discutir con Cunanan, quien en un momento determinado lanzó a la mujer contra la pared y le dislocó un hombro.
El sujeto fue sometido a exámenes psicológicos cuyos resultados indicaron que pudo haber sufrido un trastorno de comportamiento antisocial, un trastorno de personalidad caracterizado por una falta anormal de empatía, lo que antes era conocido como psicopatía.
En 1987 se inscribió en la Universidad de California en San Diego y se especializó en la Historia de los Estados Unidos, pero dejó los estudios y se instaló en San Francisco para empezar a
frecuentar bares y discotecas gays, donde captaba la atención de hombres mayores y con un muy buen pasar económico como para ofrecerse como trabajador sexual. De esa manera, este hombre empezó a mantener un elevado estilo de vida.
Sin embargo, llegado 1996 sus excesos lo llevaron a perder a sus amantes y empezó a dedicarse al robo y tráfico de drogas, con el objetivo de volver a tener esa vida lujosa. Pero no le fue bien y empezó a cometer diferentes crímenes hasta convertirse en un asesino serial.
El 27 de abril de 1997 en Minneápolis mató a su amigo y antiguo cliente Jeffrey Trail, un ex oficial naval de los Estados Unidos y vendedor de gas propano.
El homicidio se produjo tras una discusión, en la que Cunanan golpeó con un martillo a Trail hasta la muerte y después el cadáver lo envolvió en una alfombra persa y lo metió en un armario de un apartamento del loft que pertenecía al arquitecto David Madson, quien fue su siguiente víctima.
Madson era su ex amante y fue encontrado en la orilla este del lago Rush cerca de Rush City, Minesota, el 3 de mayo del mismo año, con heridas de bala en la cabeza y espalda.
La Policía dedujo la conexión cuando el cuerpo de Trail fue hallado en el desván del apartamento de Madson en Mineápolis.
Un día después Cunanan se trasladó hacia Chicago, donde asesinó al empresario inmobiliario Miglin, quien fue torturado, atado con cinta adhesiva en sus manos, pies y envuelto alrededor de su cabeza.
Después de eso, el múltiple homicida le efectuó 20 puñaladas con un destornillador y le cortó la garganta con una sierra, para luego robarle sus objetos de valor.
Marilyn Miglin, esposa de la víctima, llegó el mismo domingo de mayo a su casa, sorprendida porque su marido no la fue a buscar al aeropuerto después de su viaje de negocios a la ciudad canadiense de Toronto.
Al llegar a la vivienda, la mujer vio la puerta abierta, platos sucios y un sándwich a medio comer en la cocina, por lo que llamó a la Policía. Los efectivos llegaron al lugar y hallaron al empresario
asesinado en el garaje.
La familia de la víctima aseguró que Miglin y Cunanan no se conocían, lo que generó desconcierto entre los investigadores. Asimismo, el criminal fue añadido por el FBI a una lista con las diez personas más buscadas.
Cunanan se llevó el automóvil del empresario inmobiliario tras matarlo, un Lexus verde modelo 1994, y viajó hasta Pennsville, Nueva Jersey, donde cinco días después asesinó a su cuarta
víctima.
El homicidio se produjo en el cementerio nacional de Finn’s Point, donde mató al vigilador William Reese, de 45 años, presuntamente para robar su camioneta roja, y dejar abandonado el vehículo de Miglin, que ya era buscado por varios lugares y se había emitido el alerta.
La esposa de Reese, Rebecca, fue a buscarlo a su trabajo y vio que la camioneta roja había desaparecido, ya que en su lugar había un Lexus verde con placas de Illinois.
La Policía arribó de inmediato y encontraron al vigilador muerto en la cabaña, con un disparo en la cabeza.
El crimen de Versace
Cunanan se trasladó hacia Miami Beach, Florida, donde estuvo escondido durante dos meses y hasta intentó cambiar su apariencia, pero en un caso usó su propio nombre para empeñar un artículo robado de su tercera víctima, sabiendo que la Policía revisaba los registros de las casas de empeño en busca de mercadería robada.
El martes 15 de julio de 1997 el mundo de la moda se vio conmovido por el crimen del diseñador de moda italiano Gianni Versace, de 50 años, después de que este diera un paseo bajo el sol de Florida.
Versace abrió la puerta de su mansión de Miami y Cunanan le disparó dos veces en la parte posterior de la cabeza. Un testigo intentó perseguir al homicida, pero no pudo alcanzarlo.
La camioneta robada de Reese, la ropa del criminal, un pasaporte alternativo y recortes periodísticos de los asesinatos que este hombre había cometido fueron encontrados en un estacionamiento cercano por efectivos de la fuerza estadounidense.
Cunanan escapó por una de las salidas de emergencia del estacionamiento tras tomar un taxi antes de que la Policía rodeara el edificio. El móvil del crimen del diseñador fue una incógnita, lo mismo que los anteriores asesinatos.
Cunanan siempre mintió en relación a sus historias fantásticas y de hecho decía conocer a muchos famosos.
Sin embargo, al único que había conocido fue justamente a Versace, según informó una periodista de la revista Vanity Fair.
En 1990, en San Francisco, el criminal y su amigo Eli Gould conocieron al diseñador de moda en la sala VIP de la discoteca Colossus, algo que la familia del empresario italiano negó hasta la actualidad.
El móvil de ese homicidio tenía una única posible razón, según estimaciones que dio a conocer Bill Hagmaier, antiguo jefe de la unidad de abusos infantiles y asesinos en serie del FBI.
“Aunque Versace no fuese `personalmente simbólico`, era el homosexual rico, con una vida de éxito y una aceptación pública que Andrew Cunanan nunca podría tener”, estimó Hagmaier.
En ese sentido, comparó el accionar de este criminal con el del hombre que intentó matar al ex presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan: «La única posibilidad que tenía de hacerse famoso era mediante la misma vía que intentó John Hinckley».
El 23 de julio de 1997, ocho días después de matar a Versace, Cunanan se suicidó de un disparo en la cabeza en el dormitorio superior de una casa flotante en Miami Beach, justo cuando empezaba a verse acorralado por los uniformados.
La misma arma que usó para asesinar a Madson, Reese y al diseñador de moda, una semiautomática Taurus PT100 de calibre 40 S&W, fue la que empleó para suicidarse. Esa pistola se la había robado a Trail, quien fue su primera víctima.
Cunanan fue incinerado y sus cenizas están enterradas en el Mausoleo del cementerio católico de Holy Cross en San Diego, California.