Tony Todd puede ser un nombre completamente desconocido, excepto para los fanáticos del cine de terror. El actor estadounidense, que falleció en noviembre de 2024 a los 69 años a causa de un cáncer de estómago, interpretó al protagónico Candyman en las películas de esa saga emblemática, y estuvo en (casi) todas las “Destino Final”, incluyendo la sexta entrega recientemente estrenada.
El pasado 15 de mayo, llegó a cines de todo el mundo “Destino Final: Lazos de Sangre”, lo cual marcó el gran regreso de la popular saga después de catorce años. El filme, parte de un universo original devenido un clásico contemporáneo del género, recibió buenas respuestas de la crítica y la audiencia por su capacidad de hacer resurgir la serie honrando sus elementos clásicos.
En la nueva película hay muertes completamente absurdas y espectaculares, una narrativa autoconciente (y por lo tanto muy divertida), y un marcado homenaje a los grandes momentos de la saga (para los entendidos: un camión con troncos en la ruta). En este sentido, fue celebrado el momento de Tony Todd, que funcionó a modo despedida.
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En la saga, y desde la primera entrega, Todd interpreta a William Bludworth, un forense tiene información sobre cómo funciona la maldición que afecta a los protagonistas, y de la que él mismo logró salvarse. En “Lazos de sangre”, se conoce por fin la historia de origen de este personaje misterioso y, cuando recibe a la familia que intenta sortear su destino final, da un emotivo discurso.
En la ficción, Bludworth cuenta que la muerte finalmente lo alcanzó después de años de evadirla con éxito: tiene una enfermedad terminal y está dispuesto a aprovechar sus últimos días. Una situación que hacía espejo de la situación de Todd en la vida real. Por eso, al momento de transmitir su mensaje a los protagonistas, se disipa la línea entre ficción y realidad.
Los directores Adam Stein y Zach Lipovsky le pidieron que se olvidara del guion y hablara desde el corazón. “La vida es preciosa. Disfruten cada segundo. Nunca se sabe cuándo”, dice Tony frente a cámara antes de salir de la escena, poniendo un significativo broche de oro a su participación en la saga.
El productor Craig Perry aseguró en este sentido: «Su aporte a la saga fue enorme. Tony tenía ese aura de misterio, de alguien que sabía más de lo que decía. Pero también tenía una calidez contagiosa que elevaba todo a su alrededor». Al finalizar la película, antes del despliegue de los créditos, aparece la dedicatoria a la memoria de Tony Todd, un grande del terror.