En La Capital, el 42% de los alumnos no puede leer con fluidez

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La evaluación de lectura reveló datos preocupantes en el departamento La Capital. Más de 3.400 estudiantes de tercer grado no pueden leer una palabra. El ministro Goity habló de “catástrofe educativa”.

Los resultados de la Evaluación Santafesina de Lectura encendieron una fuerte alarma en el Departamento La Capital. Según los datos presentados por el ministro de Educación, José Goity, y la subsecretaria de Calidad Educativa, Mariana Migliaro, el 42% de los estudiantes evaluados no puede leer con fluidez, y más de 3.400 chicos se encuentran en situación crítica.

“Tenemos en rojo a 3.442 estudiantes en esta zona, chicos que están en tercer grado y no saben leer”, advirtió el ministro durante la conferencia de prensa realizada en Santa Fe. “Este número no puede naturalizarse. Es una situación de crisis educativa profunda que nos interpela como sociedad”, agregó.

La evaluación, realizada en noviembre de 2024 a alumnos de segundo grado de escuelas públicas y privadas, alcanzó a más de 50 mil estudiantes en toda la provincia. En La Capital, los números son incluso más preocupantes que la media provincial.

El informe reveló que solo el 23% de los alumnos de esta región alcanza un nivel lector aceptable, mientras que el 31% está en un nivel intermedio. El resto se reparte entre los niveles “principiante” y “prelector”.

Diferencias profundas

Los resultados evidenciaron también una brecha entre gestión pública y privada. En el sector estatal, solo el 1% de los alumnos alcanzó un nivel fluido de lectura, mientras que en el sector privado el porcentaje fue del 11%. Aun así, el problema atraviesa a todo el sistema. “Tenemos chicos prelectores incluso en escuelas que no presentan dificultades socioeconómicas. El problema de la alfabetización es transversal”, sostuvo el ministro.

Cinco perfiles de lectura fueron definidos a partir del test: prelector, principiante 1, principiante 2, intermedio y fluido. “El nivel prelector es el más grave. No se puede justificar que un niño esté en la escuela y no sepa leer”, enfatizó Goity. Según detallaron, más de 15.000 estudiantes no logran leer más de 22 palabras por minuto, lo que impide cualquier tipo de comprensión lectora.

Por su parte, Migliaro explicó que el test no solo midió velocidad, sino también precisión y prosodia: “La fluidez lectora es una condición previa y necesaria para comprender, porque permite concentrar la energía cognitiva en el significado de lo que se lee, no en la decodificación”.

Intervención focalizada

En respuesta a este panorama, la provincia implementará en 2025 una intervención intensiva y personalizada en tercer grado: tutorías de 20 minutos dos veces por semana, materiales didácticos, formación docente en 20 sedes, y estrategias como el agrupamiento flexible, según el nivel lector de cada estudiante.

El ministro también defendió la evaluación nominal, resistida por algunos sectores. “La mayor estigmatización es ignorar. Saber que hay chicos con déficit severo y no hacer nada. Nominalizar nos permite intervenir, saber con quiénes trabajar”, señaló.

“Hemos hecho muchas cosas mal durante mucho tiempo. Haber discutido todo en educación menos el aprendizaje nos trajo hasta acá. Hoy, el objetivo es uno: que ningún chico termine tercer grado sin saber leer y escribir”, concluyó Goity.

SFA – LT10

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