En dos de los casos, el criminal tenía apenas 17 años y en el restante, 19. Repitió lugar y método para asesinarlos
Hans Erwin Hagedorn, más conocido como «el pedófilo de Eberswalde», fue un asesino serial de la entonces República Democrática de Alemania que violó y mató a tres niños entre 1969 y 1971, a dos de ellos cuando apenas tenía 17 años.
Nacido el 30 de enero de 1952, en Eberswalde, este sujeto aprovechaba las zonas forestales para perpetrar sus ataques contra los chicos.
Si bien se desconocen datos de su niñez, Hagedorn comenzó con delitos menores cuando era menor de edad
El 31 de mayo de 1969, el múltiple criminal asesinó a dos nenes de 9 años en un bosque de Eberswalde , tras abusarlos sexualmente y degollarlos con un cuchillo.
La Policía encontró los cuerpos de ambos pequeños dos semanas más tarde y rápidamente se puso a investigar ambos homicidios.
Fue así que se iniciaron amplios análisis y empezaron a trabajar sobre un perfil psicológico de delincuentes que elaboraron junto con el Ministerio para la Seguridad del Estado.
Si bien se obtuvieron documentos sobre el caso del asesino infantil de Alemania Occidental Jürgen Bartsch, no tuvieron éxito a la hora de conectar esa situación con estos episodios.
Hagedorn pareció mantenerse inactivo por bastante tiempo, hasta que el 7 de octubre de 1971, más de dos años después, «el pedófilo de Eberswalde» volvió a atacar tras matar a un chico de 12 años en la misma zona, y de idéntica manera en que había asesinado a sus dos primeras víctimas.
Los investigadores parecían desorientados, porque estuvo mucho tiempo inactivo y no sólo repitió la forma de matar, sino que también reiteró el lugar de sus crímenes.
Sin embargo, tiempo después, la pista fundamental y decisiva la aportó un niño que denunció haber sido acosado sexualmente un año antes de que se produjeran los dos primeros homicidios.
Fue así que la Policía reunió las pruebas e identificó como el autor de esos hechos a Hagedorn, quien finalmente fue detenido el 12 de noviembre de 1971.
El múltiple homicida, ya apresado, confesó los tres crímenes y en mayo de 1972 fue condenado a muerte por tres cargos de asesinatos con agravantes, abuso sexual e intento de abuso sexual.
Hagedorn hizo un pedido de clemencia, pero el mismo fue denegado por el jefe de Estado, Walter Ulbricht.
El condenado, cuando tenía 20 años, fue ejecutado de un solo disparo en la nuca, el 15 de septiembre de 1972, y su cuerpo fue incinerado y enterrado en un lugar secreto.
Este joven fue el último delincuente común ejecutado en la República Democrática Alemana, aunque las mismas siguieron para aquellos condenados por delitos de carácter político hasta la abolición de la pena capital en la década de 1980.