Este martes 10 de junio marcó un hito en el Poder Judicial de Santa Fe con la finalización del primer juicio oral y público con jurado popular en la provincia. El proceso culminó con una condena y es considerado un hecho «histórico», ya que se trató del debut del sistema de jurados ciudadanos en el ámbito penal santafesino.
El caso
El juicio abordó el homicidio del subinspector de policía Franco López, ocurrido la madrugada del 17 de enero de 2023 en el establecimiento rural «La Sara», ubicado en la zona de Monigotes, Departamento San Cristóbal.
Según lo expuesto durante el juicio, Rubén Alberto Ulrich llegó al lugar en compañía de su hijo adolescente y encontró a su expareja —madre del menor— junto al subinspector López, con quien ella mantenía una relación sentimental. En ese momento, Ulrich disparó contra el patrullero donde estaba el uniformado y luego efectuó un escopetazo al pecho del policía. El agente falleció horas después en un sanatorio de Rafaela. Además, la mujer resultó levemente herida y fue derivada al hospital de Sunchales.
El veredicto del jurado
El jurado, conformado por 12 ciudadanos seleccionados por sorteo, resolvió por unanimidad declarar culpable a Ulrich por los delitos de homicidio atenuado por estado de emoción violenta, lesiones leves involuntarias, tenencia indebida de arma de fuego de uso civil y daño calificado.
El juicio estuvo presidido por el juez penal Nicolás Stegmayer. La acusación, a cargo de las fiscales Silvina Verney y Hemilce Fissore, del Ministerio Público de la Acusación de San Cristóbal. Ulrich fue defendido por los abogados Claudio Torres del Sel y Federico Scarinci.
Próximos pasos
La pena que se le impondrá a Ulrich será determinada por el juez Stegmayer en una audiencia de cesura que deberá celebrarse en los próximos 10 días hábiles. En esta instancia, se analizarán los elementos agravantes y atenuantes del caso para establecer la sentencia definitiva.
¿Qué es el juicio por jurados?
El juicio por jurados es una modalidad de participación ciudadana en causas penales. En la misma, 12 personas sin formación jurídica deciden, tras presenciar el juicio oral, si el acusado es culpable o inocente. Esta forma de juzgamiento garantiza una intervención directa de la ciudadanía en el sistema judicial y es vista como un avance en términos de transparencia y democratización del proceso penal.
Durante el juicio, el jurado recibe instrucciones del juez. Debe asistir a todas las audiencias, en las que se presentan las pruebas, testimonios, argumentos de la fiscalía y la defensa. Tras la deliberación, que es secreta, el jurado debe alcanzar un veredicto unánime. Si el acusado es declarado culpable, es el juez quien se encarga de fijar el monto de la pena en base a lo que fija el Código Penal por el delito que se le atribuyó al acusado.