El director del FBI, Kash Patel, confirmó este martes la detención de dos ciudadanos chinos en Estados Unidos, acusados de espiar a la Marina estadounidense y de intentar reclutar a personal militar para colaborar con los servicios de inteligencia del régimen chino.
Patel realizó el anuncio a través de su cuenta en la red social X, donde compartió un informe de Fox News y advirtió que cualquier intento de espionaje en territorio estadounidense será enfrentado con firmeza.
“Dos ciudadanos chinos fueron descubiertos espiando a la Marina estadounidense e intentando reclutar militares estadounidenses para el servicio de inteligencia del PCCh. Nuestro FBI no lo tolerará. Los rastreamos, los detuvimos, y aún no hemos terminado. El espionaje en suelo estadounidense será combatido con toda la fuerza”, escribió el funcionario.
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El espionaje
Los espías arrestados son Yuance Chen, con domicilio en Happy Valley, Oregón, y Liren Lai, quien ingresó a Estados Unidos en abril con una visa de turista y se encontraba en Houston, Texas, de acuerdo con información difundida por Fox News.
Autoridades del Departamento de Justicia de Estados Unidos indicaron que ambos sujetos actuaban en nombre del Ministerio de Seguridad del Estado chino (MSS), realizando operaciones encubiertas destinadas a recolectar datos sobre instalaciones y personal militar estadounidense.
Además, se los acusó de intentar captar posibles colaboradores para el MSS y de implementar un «punto de entrega encubierto«, una técnica clandestina utilizada para dejar dinero en efectivo destinado a financiar sus actividades.
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Los arrestos fueron llevados a cabo por el FBI con la colaboración del Servicio de Investigación Criminal de la Marina (NCIS). Chen fue capturado en Oregón, mientras que Lai fue aprehendido en Houston.
Patel, quien también brindó declaraciones al medio, expresó: «Los arrestos de hoy reflejan el compromiso inquebrantable del FBI de proteger nuestra seguridad nacional y salvaguardar la integridad de nuestras fuerzas armadas«.
Asimismo, Patel afirmó que los implicados trabajaban para un servicio de inteligencia extranjero hostil, como parte de un plan más amplio del Partido Comunista Chino para infiltrarse en instituciones estadounidenses y debilitarlas.
«Gracias a la excelente coordinación con nuestros socios, incluido el NCIS, desbaratamos esos esfuerzos y enviamos un mensaje claro: Estados Unidos no tolerará el espionaje en territorio estadounidense. Nuestras operaciones de contrainteligencia se mantienen enfocadas, vigilantes e implacables«, concluyó.