Legislativas bonaerenses: Por qué las elecciones están cada vez más alejadas de las mayorías?

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El domingo 7 de septiembre habrá elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires. Se votarán solo diputados y senadores provinciales, además de concejales municipales. Al gobernador Axel Kicillof le pareció conveniente aislar la elección de representantes legislativos locales. Separarla de los comicios donde se elegirán representantes al Congreso de la Nación, que serán el 26 de octubre.

Desdoblamiento

En principio, esto muy probablemente desaliente la participación del pueblo.

Ya es una tendencia nacional que la participación en elecciones provinciales y en la Ciudad de Buenos Aires viene siendo la más baja desde el fin de la última dictadura. Ni Kicillof, ni ninguno de los gobernadores que desdobló las elecciones, pensó en cómo garantizar la más amplia participación democrática. Más bien, cada uno quiso garantizarse un armado de listas y una cancha de juego donde pesara su poder territorial: nada de quedar eclipsados por debates nacionales.

En el caso del peronismo bonaerense, este fue uno de los motivos de sus peleas. Antes de ser condenada y proscripta Cristina Fernández de Kirchner anunció que sería candidata para las elecciones provinciales en la tercera sección, porque el desdoblamiento ponía en riesgo el caudal de votos.

Campaña sin financiamiento público

Por otra parte, desde principio de año, el presidente de la República, Javier Milei, ideó una reforma electoral para hacer aún más oligárquico el juego electoral. La iniciativa se conoció en los medios solo como «suspensión de las PASO«, pero de fondo buscaba privatizar las campañas electorales para que fueran las corporaciones privadas el origen del financiamiento electoral. No se consiguió avanzar con toda la reforma, pero sí se fijó el precedente de suspender las primarias. Y luego, en varias provincias y en la Ciudad de Buenos Aires, también se avanzó con el desdoblamiento electoral.

Esta peculiaridad de votar de manera divida, también trae la consecuencia de que para las elecciones locales no se ceden espacios de difusión en TV, ni en radio y prácticamente no se destina financiamiento público a las listas. Así se da un escenario particular de «privatización» en los hechos, donde solo las fuerzas que cuentan con los recursos económicos, pueden dar a conocer sus propuestas. Por ejemplo las listas que son bancadas por sectores del empresariado. Y, por su puesto, las que manejan los resortes del Estado y sus recursos a discreción.

En cuanto al gobierno de Javier Milei -además de los recursos del Estado nacional- ellos son directamente bancados por el FMI y los Estados Unidos. Lo dicen abiertamente tanto Kristalina Georgieva como el embajador Peter Lamelas. Por su parte, los gobernadores e intendentes de distintas fuerzas, no tienen más que usar los recursos públicos de los que ya disponen. Y cada uno tiene, a su vez, financiamiento de empresarios aliados a quienes garantizan negocios en sus territorios.

Del desdoblamiento, solo se beneficia la casta política. Aunque se cambien el nombre de las listas, son los mismos candidatos y candidatas de siempre, los que ya gobiernan o ya han gobernado: otro de los motivos por los que gran parte de la población no acude a votar.

La Izquierda sale perjudicada, pero también cualquier organización de trabajadores y trabajadoras que quiera postularse de manera independiente del poder económico. Y, a su vez, también se perjudica a millones de votantes que, en muchos casos, no conocerán la oferta completa en estas elecciones. Ya vivimos en un régimen democrático donde una minoría de ricos deciden día a día los destinos del país; ahora directamente quieren acaparar la oferta electoral y así vulnerar el voto popular.

La Izquierda, que es totalmente independiente del Estado y agrupa solo a la fuerza social de los trabajadores, las mujeres, diversidades y juventud, no tiene más financiamiento que el de su militancia y sus colaboradores y colaboradoras. Cada voto conquistado, para legisladores y legisladoras que no transen, se logrará con muchísimo más esfuerzo que en años anteriores.

Injerencia norteamericana

A esto se suma la proscripción a CFK, por parte de un Poder Judicial totalmente alineado con los intereses norteamericanos, que buscó barrer una candidata indeseada, para restringir aún más el juego democrático. Basta con escuchar a Lamelas para entender que hasta la soberanía política está en juego. Las elecciones no solo están cada vez más alejadas de las mayorías, sino un poco más cerca de los interese yanquis.

Enfrentar al Fondo Monetario Internacional, con un planteo de desconocimiento soberano de la deuda, y plantarse ante la injerencia norteamericana en los asuntos nacionales, es una tarea de primer orden también en defensa de las libertades democráticas.

Candidatos que no asumirán

El cuadro de manoseo sobre las elecciones democráticas se termina de pintar, en la provincia de Buenos Aires, con las más variadas candidaturas testimoniales. ¡Disfrazan de elecciones ejecutivas, elecciones para diputados, senadores y representantes legislativos!

Hay 21 intendentes e intendentas que se postulan. ¿Quién puede creer que todos ellos dejaran sus cargos ejecutivos para ocupar una banca en la legislatura bonaerense? 17 son de Fuerza Patria (peronismo), 4 de Somos Buenos Aires (UCR y PRO disidente) y 2 de Alianza Libertad Avanza. Hasta la vicegobernadora de la provincia, Verónica Magario encabeza la lista de Fuerza Patria en la Tercera sección electoral.

Si ya hay apatía o bronca, que se expresa en el abstencionismo de no ir a votar, poner en cabeza de listas a los mismos y mismas que ya gobiernan, embarra aún más la cancha. Son las bancas de la legislatura las que están en juego, quienes debaten, discuten y proponen las leyes locales. No los cargos de gobierno.

Quienes ya juegan dentro del poder, lo que les interesa es mantenerlo y proyectarse a 2027. Mientras tanto, amplios sectores del pueblo trabajador y diversos movimientos, resisten en las calles y se organizan contra los ataques diarios del gobierno de Javier Milei. ¿Y las conducciones sindicales? En vez de ponerse al frente de la lucha, están también metidas en la rosca electoral.

La única alternativa que busca enfrentar al Gobierno y a los poderosos, tanto en las calles, como adentro de los recintos, es el Frente de Izquierda Unidad. Donan su salario y cobran como una maestra, como garantía de representar al pueblo trabajador. Y están en cada lucha, acompañando e impulsando la organización desde abajo. En estas elecciones legislativas, tan manoseadas y entrampadas, la Izquierda va a dejar todo en la cancha, para que entren diputados y diputadas que no transen, ni se den vuelta.

Si tenés bronca y querés impugnar un régimen cada vez más alejado de la vida de las mayorías, es con la Izquierda. Nicolás del Caño encabeza la tercera sección y Romina Del Plá la primera sección.

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