“La nueva modalidad de provisión implementada en junio eliminó a los intermediarios, elevó los estándares del producto y simplificó el acceso: ahora los afiliados reciben los pañales directamente en su casa, sin depender de horarios de farmacia, traslados ni restricciones al momento de retirar”, argumentaba un comunicado que PAMI compartió con PERFIL hace algunas semanas. Pero la tía de Mariano, que tiene 101 años, espera desde el 1 de junio la entrega mensual. “Yo hace más o menos unos cinco años que me ocupo del tema de los pañales con PAMI, pero nunca había tenido problema con el sistema anterior, que era buscarlos en la farmacia”, explicó a este medio. “Cuando cambiaron el sistema en junio nunca hicieron la entrega, entonces yo me acerqué personalmente, en junio y en julio, para ver qué es lo que se podía hacer”, comentó. “Los papeles de mi tía están en orden porque la prestación fue autorizada, están bien los datos personales, está bien la dirección, lo que me sugirieron primero es que reclame en la empresa encargada de entregar los pañales, pero con esta empresa es imposible comunicarse, hay un teléfono asignado para PAMI, pero no atienden nunca”.
La tía de Mariano cobra el haber mínimo, con lo que su ingreso mensual ($ 314 mil) no alcanza para adquirir pañales. En la canasta de un jubilado que mide la Defensoría de la Tercera Edad (que en abril estimó en $ 1,2 millón) no entra el gasto en pañales. “Calculamos lo que tiene que ver con protectores para incontinencias urinarias no patológicas de tipo fisiológico, porque se supone que a los pañales los tiene que suministrar el PAMI o las obras sociales”, aseguró Eugenio Semino, defensor de la tercera edad, a PERFIL.
“Fui a la Defensoría y me dieron un código para que siga el envío vía la página web, pero hice la prueba y cuando uno entra en la página para hacer el seguimiento está bloqueada. Te explican que hay un tráfico intenso y no pueden ocuparse del tema, pero la cuestión es que desde junio mi tía no recibe los pañales”, agregó Mariano. “Ella tiene muchos problemas de incontinencia y le autorizaron un paquete de 90 pañales por mes, ya este es el tercer pack que no recibe”. En PAMI no le dieron ninguna respuesta: “No sabían qué decirme, me tomaron el reclamo, luego reforcé ese reclamo con otro reclamo, pero vía web, así que tengo dos números de reclamo y seguimos igual”, concluyó.
Según un relevamiento que hizo PERFIL, un paquete de 16 pañales para adultos puede costar entre $ 18 mil y $ 33 mil dependiendo de la marca y el tamaño. Para comprar los 90 que todos los meses le autorizan a algunos afiliados se necesitaría entre el 35% y el 63% de un haber mínimo.
La nueva modalidad de entrega fue anunciada en la página web del PAMI. Allí puede leerse que “este nuevo mecanismo no solo significa un mejor servicio para los afiliados” sino que “también implica para PAMI un ahorro anual aproximado de $ 5.000 millones”. En un comunicado, a dos meses de implementada la medida, desde la obra social agregaron que “el nuevo esquema permitió concretar más de 25 millones de pañales entregados en todo el país, en más de 265 mil envíos a afiliados”, lo que “marca un récord para el Instituto y confirma que la implementación fue eficaz, con capacidad logística y respuesta real a la demanda, asegurando que el insumo llegue a quienes lo necesitan”.
Desde PAMI compartieron con este medio un audio de Carlos Zamparolo, su subdirector ejecutivo. Señaló que “por primera vez en diez años se mejoró la calidad del pañal” y que los jubilados “ya no los tienen que ir a buscar a la farmacia”. Recomendó, “a quienes todavía no les haya llegado o quieran asegurarse”, que verifiquen “que su dirección esté bien” y que llamen al 138 opción 0 o concurran directamente a la agencia del PAMI más cercana.
Pero Semino atiende casos de pacientes que esperan desde junio y que ya hicieron todo ese recorrido. El gerontólogo comentó un caso testigo de los tantos que escuchan a diario. Se trata de una señora que vive en Ciudad de Buenos Aires y que tampoco los recibió en junio. “El yerno empezó a hacer el rastreo, pero es muy difícil comunicarse con la empresa. Cuando logró comunicarse le dijeron que habían ido y que nadie había respondido al llamado, cosa que estaba muy en duda porque hay personas las 24 horas en la casa”. La visita fue reprogramada, pero los pañales tampoco llegaron. Desde la empresa volvieron a decirle que habían concurrido, por lo que ya no habría un tercer intento. La solución era ir a buscarlos a provincia de Buenos Aires, en donde la transportista tenía el depósito. “Lo que encontró allá fue una gran fila de personas mayores que habían llegado hasta ahí en colectivo para buscar sus pañales”, detalló Semino. “A esto están sometidos los jubilados”, concluyó.
Después del veto presidencial, las jubilaciones se siguen actualizando por inflación. Con suerte, todos los meses se les suma a los ingresos un bono congelado en $ 70 mil. Un monto que tampoco alcanza para cubrir las necesidades mensuales de los pañales que no llegan.