*Por Bianca Lombardi
Luego de la viralización de videos impactantes que muestran las condiciones en las que se encuentran los rehenes israelíes en Gaza, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reafirmó sus objetivos militares en esta región. Entre ellos, se contempla la ocupación total del territorio y derrotar definitivamente a Hamás. Esto implicaría, por ejemplo, desplegar operaciones militares también en áreas donde se presume que Hamás mantiene cautivos a los rehenes.
En este sentido, Netanyahu declaró: «Debemos seguir unidos y luchando juntos para lograr los objetivos de guerra que nos hemos fijado: la derrota del enemigo, la liberación de nuestros rehenes y la garantía de que Gaza ya no suponga una amenaza para Israel».
Esto sucede en simultáneo a lo que organizaciones humanitarias describen como “el peor escenario posible de hambruna» en Gaza, donde desde hace meses llega solo una cantidad limitada de asistencia. De hecho, se registran que decenas de personas han fallecido en el intento de acceder a ayuda humanitaria o mientras se dirigían a puntos de distribución.
Ante la falta de alimentos y el colapso logístico sobre el terreno, varios países han recurrido al lanzamiento aéreo de ayuda sobre la Franja. Pese a que prima facie esto podría interpretarse como un alivio para las personas que habitan allí, lo cierto es que muchas veces los lanzamientos terminan en el mar Mediterráneo – obligando a los ciudadanos a correr desesperadamente hacia el agua -, o en zonas «rojas» – esto es, donde los militares israelíes han ordenado evacuar, y es por lo tanto, demasiado peligroso para los palestinos -.
Esta situación alarmante se da en un contexto de estancamiento total de las negociaciones de alto el fuego entre Israel y Hamás, que no han registrado avances relevantes. Las declaraciones del Primer Ministro dan cuenta de una postura marcada de endurecimiento en la estrategia israelí, no dando lugar por el momento a la vía diplomática para alcanzar un acuerdo.
El mundo presencia una vez más un recrudecimiento de un conflicto histórico en la región del Medio Oriente, pero esta vez más que nunca complejizado por una catástrofe humanitaria. El denominado “periodismo ciudadano” – aquel donde todos las personas podemos ser divulgadores de contenido de forma activa, y no meros receptores de información -, nos convierte a todos en testigos de lo que está pasando en la Franja. En este marco, es inadmisible que la ONU y terceros países que puedan tener injerencia real en el asunto, permanezcan indiferentes.
*Bianca Lombardi. Licenciada en Relaciones Internacionales por la UNR. Maestrando en Comercio Internacional por la escuela de graduados de la UNC.