Por qué Palacios se convirtió en un socio ideal de Paredes en Boca

28/08/2025 10:02hs.

Es lógico que las miradas se vayan con Leandro Paredes, porque es innegable que una buena parte de la mejoría futbolística y anímica de este Boca se debe a la influencia positiva del campeón del mundo. También, por el hecho de que Miguel Russo lo haya rodeado mejor, y ahí también se destaca el rol de Rodrigo Battaglia como ladero y guardaespaldas del capitán sin cinta.

Pero más allá de eso, en el tamiz de los méritos aparecen otras figuras un poco más alejadas de las luces principales, pero que su aporte también fue importante para que Boca tuviera una clara evolución en su juego. Y ese es el caso de Carlos Palacios…

Parece que la sanción de Miguelo con Palacios sirvió.

Palacios, la elección de Román

Un comienzo difícil. El chileno llegó a Boca a comienzos de 2024 y fue una elección personal de Juan Román Riquelme. El presidente casi que persiguió al ex delantero de Colo Colo desde el mercado de mediados de 2023 y fue el primer refuerzo que tuvo Fernando Gago a disposición.

Pero después de un inicio alentador, a Palacios le fue costando, sobre todo por cuestiones extrafutbolísticas que le hicieron perder feeling con la gente, a la vez que coincidió con un pésimo momento del equipo que potenció su mal momento.

Román justo a Palacios en su presentación oficial con Boca.

El hilo de sus problemas en Boca

El origen fue una llegada tarde del chileno, que perdió un vuelo de regreso de Santiago en situaciones poco claras, luego de que el plantel tuviera libre el fin de semana. Si bien el club no lo sancionó económicamente, el DT no lo concentró para el partido siguiente (Newell’s). “Acá hay normas desde principio de año que las tengo muy claras y los jugadores lo tienen claro. Carlos faltó a un entrenamiento, los motivos quedan puertas para adentro”, explicó.

Palacio se fue de vacaciones a Chile y no llegó a la vuelta a los entrenamientos con el Xeneize.

Ese, sin embargo, no fue el único episodio. El delantero sumó disgusto cuando hizo declaraciones públicas sobre su vida nocturna que no sumaron. “Me cuido. Se habla de más, que uno no puede salir. Uno quiere disfrutar el momento, soy persona, soy joven. Tengo una vida más allá de la presión”.

Pero el punto más bajo, quizá, fue después del Mundial de Clubes, torneo en el que no tuvo un buen desempeño. El lunes previo al encuentro con Atlético Tucumán por la Copa Argentina, Palacios se presentó en el entrenamiento y adujo un dolor en la rodilla. Y esa actitud, más allá de si tenía una lesión o no (no hubo parte médico del club), no le gustó a Miguel Russo, quien decidió no convocarlo para ese partido. Encima, Boca perdió y quedó eliminado y eso generó más tensión.

El Facha y un bajo rendimiento en el Mundial de Clubes con Boca.

“De eso no hablo”, dijo Miguelo después del partido. A todo esto, Palacios hizo su descargo: “Si buscan hacerme quedar mal, lo están logrando, pero a base de mentiras. El lunes me presenté en horario como siempre al entrenamiento, pero con dolor en la rodilla. Es por eso que junto a los médicos se decidió que lo mejor era hacerme atender y no salir a entrenar al campo para evitar sobrecargar la zona”.

Vuelta de página

El renacer. Desde ese punto, el chileno comenzó a remontar su situación en el club. Se llamó al silencio, se alejó de los medios y cumplió con todos los entrenamientos sin faltar. Ese fue el primer paso. De todas maneras, Russo no lo convocó para el partido siguiente por el Torneo Clausura, ante Huracán (0-1). Tampoco jugó en el empate ante Racing, aunque volvió a la lista y fue al banco de suplentes.

Después del partido ante La Academia, quedó claro que Boca necesitaba un equipo más equilibrado. La necesidad, evidente, la expresó el mismísimo Leandro Paredes, quien alertó estar demasiado solo en el medio. Así, Miguelo puso a Battaglia al lado del campeón del mundo, y también le devolvió la titularidad a Palacios.

El campeón del mundo fue titular y, pese al resultado, fue una de las figuras en el Boca vs. Racing.

Allí, el chileno se sintió como pez en el agua. Se entendió de primera mano con Paredes, ya más suelto con sus espaldas cubiertas por el ex jugador del Atlético Mineiro. Y así como Battaglia se complementa naturalmente con Paredes en el plano defensivo, Palacios machea de la misma manera en función de ataque.

Por lo pronto, tiene más claro el oficio de mediocampista, con nociones tácticas de repliegue que le da al equipo otro equilibrio y soporte. Tiene, también, más dinámica que Velasco, por ejemplo, y eso también contribuye. Después, Palacios se suelta naturalmente por dentro y, además de ofrecerle recepción al primer pase de Paredes, le abre caminos y distrae marcas.

Eso se vio con claridad en algunos momentos frente a Independiente Rivadavia, un partido en el que Boca tuvo que trabajar más defensivamente, pero se hizo mucho más evidente en el triunfo frente a Banfield, el último domingo en la Bombonera, en lo que fue el mejor partido del tercer ciclo de Miguel Russo.

Subidón anímico y regularidad

Esa tarde, Palacios tuvo un desempeño más parejo, de principio a fin, y no tantas apariciones esporádicas. Fue opción de pase en cada ataque de Boca y asistió muy bien a Merentiel, que se fue mano a mano con el arquero del Taladro y definió mal.

Una actuación que reafirma el potencial que Riquelme vio en él, que sin dudas lo pone ya como titular en Mar del Plata, el domingo que viene frente a Aldosivi, al punto tal que ya nadie imagina a Alan Velasco entre los 11 titulares, nada menos que el refuerzo estrella del último mercado, con un pase de 10 millones de dólares que por ahora aguardará en el banco.

El desafío, ahora, para el chileno es seguir en este camino. Ayuda su relación recompuesta con Russo (“Hablo mucho con Carlos”, dijo el DT) y un presente alejado de los escándalos y las excusas. Boca no perdona la sobre exposición y eso Palacios lo aprendió rápido y con dolor, como suelen ser estos casos. El futuro, ahora depende de él.

Parlacios y un cambio de cara de los últimos partidos. Contra Banfield demostró buen nivel.