En medio de los reclamos de gran parte del mundo que se expresa en contra del genocidio en Gaza, el ministro de Cultura de ese país se mostró muy molesto por el galardón a la conmovedora “The Sea”, de Shai Carmeli Pollak, que también va por el Oscar
En medio del genocidio en Gaza y de gran parte del planeta denunciándolo, el Ministerio de Cultura de Israel anunció este miércoles el cese de la financiación a los premios Ophir de cine, conocidos como los Oscar israelíes, después de que en su gala de este martes por la tarde premiaran como mejor película un film sobre un niño palestino.
“La escandalosa victoria en la ceremonia despertó la ira de muchos ciudadanos israelíes y soldados del Ejército que dedican sus vidas a defender la patria”, plantea el comunicado del ministerio israelí, divulgado por el diario de ese origen, Yedioth Ahronot.
Por este motivo, el ministro de Cultura, Miki Zohar, decidió retirar de sus presupuestos la ceremonia de los premios Ophir, financiada por la Academia Israelí de Cine y Televisión, a partir de 2026.
La película que se alzó con el premio es The Sea, del director israelí Shai Carmeli Pollak, y es la candidata de Israel para participar de los premios Oscar de la Academia de Cine de Hollywood.
El film retrata la historia de un niño de la ciudad cisjordana de Ramala que trata de viajar al mar por su cuenta después de que el Ejército israelí no le permite cruzar un puesto de control junto a sus compañeros de clase durante una excursión.
Durante la ceremonia de los Ophir en la tarde de este martes, numerosos trabajadores de la industria, incluidos algunos nominados a los premios, vestían camisetas con eslóganes que decían “Un niño es un niño” o “Paren la guerra”, recogió el diario Haaretz.
El periódico apuntó que el titular de Cultura, Zohar, ya había atacado la película antes de que se estrenara. “Reproduce la narrativa de nuestros enemigos mientras nuestros soldados luchan en las líneas del frente”, había expresado el titular de esa cartera.
Pero el escándalo no terminó allí: la radio pública israelí Kan recogió el testimonio de funcionarios de Cultura que aseguraron que Zohar no había visto la película.