Masiva venta de reservas: el BCRA quemó u$s678 millones y el mercado pide cambios urgentes

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El Banco Central volvió a intervenir con fuerza en el mercado cambiario este viernes. Según informó oficialmente, vendió u$s678 millones, y ya quemó más de u$s1.000 millones en solo tres ruedas: se suman a los u$s379 millones del jueves y a los u$s53 millones del miércoles.

De esta manera, las reservas brutas del BCRA quedaron en u$s39.259 millones.

Así, tal como anticipó el jueves por la noche el ministro de Economía Luis Caputo, el Gobierno mantiene firma su plan de bandas cambiarias y fija el tipo de cambio mayorista en la parte superior, a fuerza de venta de reservas.

El BCRA vendió reservas por u$s678 millones

Mientras, el dólar oficial minorista y los financieros continuaron su tendencia alcista este viernes, para ubicarse bien por arriba de los $1.500.

En la última rueda de la semana, el dólar minorista del Banco Nación se vendió con un incremento de $20 a $1.515, con lo que anota un nuevo máximo histórico. En el segmento mayorista, la divisa se negoció en $1.475, cerca del límite superior de la banda de fluctuación para este viernes, ubicado $1.475,32.

En el segmento informal, el dólar blue operó con una suba de cinco pesos, en $1515. En cuanto a los dólares financieros, el contado con liquidación cede 0,4% a $1558, mientras que el MEP gana 0,3%, en $1539.

Cuánto poder de fuego tiene el Banco Central

Gran parte del mercado coincide en que el Banco Central no puede sostener esta dinámica hasta las elecciones de octubre y pide cambios urgentes. Por caso, hay consenso en el escaso poder de fuego: el Tesoro, después de los últimos pagos, apenas tiene u$s640 millones. Y en cuanto al Banco Central, cuenta con reservas líquidas por u$s20.800 millones, pero cuando se resta el monto que corresponde a encajes de los depósitos bancarios y al fondo Sedesa, lo que queda en el neto es u$s5.498 millones.

Más difícil es encontrar acuerdo respecto de qué tan grande es la masa de pesos que potencialmente podría correr hacia el dólar. Si se toma la base monetaria que informa el BCRA, que es de $42 billones, esto implicaría un potencial dolarizador de u$s28.000 millones -tomando como referencia el dólar minorista de Banco Nación-

En otras palabras, una cantidad de pesos que supera en 40% las reservas líquidas y que quintuplica el monto de reservas netas.

Si, en cambio, se consideran otros agregados monetarios que incluyen depósitos bancarios en plazo fijo, la situación empeora considerablemente. El M3 tiene actualmente $144 billones, lo que implica 7,2 veces las reservas líquidas y 26 veces las netas.

Entre los que defienden el criterio de contabilizar los agregados más amplios está Gabriel Rubinstein, ex viceministro de Sergio Massa. El ex funcionario criticó a Caputo por no haber cumplido su promesa de acumular reservas.

Otros, como Ricardo Inti Alpert, que se postula como diputado liberal opositor a Milei, sostiene que nunca hubo flotación cambiaria real, y destaca que la cantidad de dinero aumentó un 56% en los últimos 12 meses, contra una inflación de 33%. Desde su punto de vista, la emisión de Lecaps por parte del Tesoro fue una forma de subsidiar un tipo de cambio artificialmente bajo.

Por su parte, el influyente Miguel Kiguel dejó otro pronóstico preocupante: que las tasas de interés -que tras la última licitación de deuda habían empezado a bajar- podrían volver a subir en los próximos días. Y le recomendó al equipo de Caputo que deje de afirmar que el dólar flota.

Y, desde el sector empresarial, hasta los que apoyaron al gobierno desde la primera hora están mostrando su discrepancia. Como Cristiano Rattazzi, ex presidente de Fiat, quien dijo que percibe una generalizada pérdida de confianza en el país.

«El plan era genial. El primer año funcionó extraordinariamente, pero hay que saber dar ciertos ajustes cuando las cosas no andan tan bien. Cuando el Fondo te da plata para comprar reservas, comprá reservas. No pidas que el dólar baje más», agregó.

El mercado recomienda el fin de las bandas y «soltar» al dólar

Lo que todos, en definitiva, están afirmando, es que la situación actual no es sostenible. Y que los 25 días hábiles que faltan para la elección legislativa son demasiado tiempo como para convivir con un riesgo país de 1.300 puntos, tasas de interés en alza, una brecha creciente entre el tipo de cambio oficial y el paralelo. Y, sobre todo, que no tiene sentido la pérdida de reservas cuando ya todo el mercado descuenta que habrá una devaluación.

Si se mantuviera en torno de u$s50 millones el nivel de intervención diaria del BCRA, eso implicaría una pérdida de reservas por unos u$s1.300 millones. Y ese no es el escenario más pesimista, dado que cuanto más cerca esté la fecha electoral, mayor será la demanda para cobertura, y la oferta del sector privado tenderá a reducirse al mínimo. Suponiendo, en cambio, que la venta de este jueves, de u$s379 millones, sea la tónica de las próximas semanas, el sacrificio de reservas pasaría los u$s9.400 millones.

Los cálculos se tornan mucho más preocupantes si, en cambio, se toma como base los casi u$s700 millones que vendió este viernes.

Dado el exigente calendario de pagos por la deuda dolarizada -u$s3.000 millones hasta fin de año y u$s18.000 millones en 2026-, en el mercado abundan las recomendaciones por cuidar las reservas y no desgastarse en una pulseada inútil con el mercado, sobre todo porque se prevé que no habrá posibilidad de acceder al crédito internacional.

El propio Toto Caputo, que dio esa batalla desde el Banco Central en 2018, no dio señales sobre eventuales cambios de plan, aunque debe estar viviendo un «deja vu» de su experiencia anterior.

A pesar de que hay muchos argumentos en favor de la flotación del dólar, es cierto que también el gobierno considera una lista de efectos negativos. Los principales son: el riesgo de «overshooting» que contagie a los precios; el pago de un alto costo del BCRA por sus contratos vendedores en el mercado de futuros; y en el plano político una pérdida de votos para Milei.

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