Los investigadores buscan a un cómplice. Por el hecho también fue detenido este lunes el hombre que habría “encargado el trabajo”. Exigían el pago de aproximadamente 100 mil dólares, por una supuesta deuda
Un médico y empresario de Santa Fe fue víctima de una escalofriante extorsión, por la que se abrió una investigación que llevó en las últimas horas a la detención de dos sujetos. Uno de ellos quedó en prisión preventiva este martes, en una audiencia de medidas cautelares realizada en los tribunales de la capital provincial.
Se trata de Guillermo Sebastián Pucheta, un joven de 22 años que fue imputado como uno de los dos presuntos autores de las amenazas.
Según trascendió, este hombre y otro que permanece prófugo y todavía no pudo ser identificado se comunicaban por distintos medios con la víctima para reclamarle de manera violenta el pago de una supuesta deuda que rondaría los 100 mil dólares.
Estos sujetos conocían llamativos detalles sobre la vida del médico y su familia. Por ejemplo, sabían el nombre de su pequeño hijo, la escuela a la que asistía, a qué hora entraba y a qué hora salía; también “manejaban” nombres y movimientos de padres y hermanos de la víctima.
Toda esa información fina era utilizada para presionar al profesional, que terminó pidiendo ayuda a las autoridades.
Presión
La denuncia fue radicada el 1° de octubre y la causa fue puesta en manos de la fiscal María Laura Urquiza, que encomendó distintas medidas a la Policía de Investigaciones (PDI).
El primero de los hechos atribuidos a Pucheta ocurrió el pasado 12 de junio.
Durante la tarde de ese día, según sostiene la representante del Ministerio Público del a Acusación (MPA), el imputado y su cómplice -que llevaban un arma de fuego- llegaron en moto hasta el domicilio de la víctima y lanzaron su estremecedora advertencia: “Si no conseguís la plata antes de las 17, esta noche vamos a tirotear la casa. No nos importa nada”, habrían dicho, palabras más o menos.
La misma amenaza ya había sido enviada por mensaje de texto momentos antes. Las frases aterradoras se repitieron por semanas, a través de la aplicación WhatsApp.
Las tareas de inteligencia se prolongaron por algunos días, pero el jueves ocurrió algo que aceleró los tiempos para actuar. Es que Pucheta se habría presentado en un negocio céntrico que es propiedad de la esposa del empresario para preguntar por él. Aparentemente, no lanzó entonces ninguna amenaza. No hizo falta, porque su sola presencia heló la sangre de la familia.
Operativos
Fue así que los investigadores planificaron y ejecutaron dos allanamientos el viernes. En el primero cayó Pucheta, en un departamento del barrio capitalino de Las Flores II (en el inmueble fue secuestrado un revólver calibre .22); en el segundo los uniformados no hallaron al otro sospechoso.
Los dos están sindicados como los autores materiales de las amenazas a la víctima y su familia.
Los detectives siguieron las pistas durante el fin de semana y este lunes atraparon a un tercer sujeto que estaría involucrado, Rodolfo L., un hombre vinculado a la comercialización de cereales que habría sido el instigador.
Este hombre será imputado este miércoles por la mañana, cuando además la fiscalía pedirá su prisión preventiva.