Comenzó el escrutinio definitivo que permitirá confirmar la información obtenida en el escrutinio provisorio y conocer detalles sobre el proceso electoral del domingo pasado, en el que la ciudadanía argentina eligió legisladores nacionales. En ese marco, hay un dato que impacta: solo en la provincia de Santa Fe más de un millón de personas no fueron a votar. El número superó ampliamente lo que obtuvo el candidato más votado, Agustín Pellegrini, de la Libertad Avanza.
Este martes, a las 18 comenzó el escrutinio definitivo, que podría extenderse por varios días. Se trata del recuento final de votos para ajustar los números oficiales que obtuvo cada una de las fuerzas en las elecciones. Pero además de eso, la Justicia Electoral analizará en Santa Fe el incremento de los votos nulos que hubo, otro dato que marca el fuerte rechazo a la clase política.
“El escrutinio comenzó este martes a las 18 en la sede del edificio de la secretaría Electoral y entendemos que entre el jueves y el viernes tendríamos que tenerlo finalizado”, detalló Magdalena Gutiérrez, secretaria Electoral. Además aclaró que por el momento no hubo planteos de ningún espacio político pidiendo la nulidad o impugnación de alguna mesa en particular, por lo que el escrutinio debería ser ágil.
Qué pasa con las boletas
Una vez finalizado el recuento de votos en el marco del escrutinio definitivo, desde la Justicia Electoral explicaron que tienen un plazo legal para destruir las boletas. “Es un material que se tiene que destruir por seguridad”, sostuvo Gutiérrez.
Pero antes de la destrucción desde la secretaría Electoral anticiparon que quieren investigar el aumento de votos nulos que hubo en esta elección a comparación de otros años. De acuerdo a los datos provisorios el 4,8% del padrón impugnó su voto, lo que lo ubica como la cuarta fuerza provincial con 86.605 adeptos.
“Nosotros advertimos esa situación y la idea es hacer un análisis en las mesas donde hubo mayor cantidad de votos nulos para entender esta situación. Al ser la primera vez que votamos con este sistema, lo que tenemos que analizar es si hubo un error en que el electorado no comprendió algo y cometió un error anulando la boleta, o si fue una manifestación del elector de anular el voto de forma deliberada”, explicó Gutiérrez.
Santa Fe: apatía, votos nulos y blancos
Las elecciones para diputados nacionales arrojaron un saldo contundente que trasciende a los ganadores: quedó en evidencia una profunda apatía cívica. Con el 99,21% de las mesas contabilizadas, el escrutinio marcó que más de un millón de electores no acudió a las urnas.
La participación total en la provincia fue de apenas el 63,38%, un índice históricamente bajo para una elección nacional. En otras palabras, de los 2.829.362 ciudadanos habilitados para votar, solo 1.793.368 acudió a las urnas. La abstención superó el 36%, sin dudas un llamado de atención a la clase política sobre la desconexión con una parte crucial del electorado.
En ese marco, La Libertad Avanza obtuvo 681.504 votos y logró ingresar al Congreso a Agustín Pellegrini, Yamile Tomassoni, Juan Pablo Montenegro y Valentina Ravera.
Mientras Fuerza Patria alcanzó 480.946 votos y consiguió tres bancas, que serán ocupadas por Caren Tepp (Ciudad Futura), Agustín Rossi y Alejandrina Borgatta, ambos del Partido Justicialista.
Por su parte, Provincias Unidas, el espacio que agrupa a la UCR, el PRO, el javkinismo y el Partido Socialista, sumó 307.143 votos y colocó dos diputados: Gisela Scaglia y Pablo Farías.
Más atrás se ubicaron el Frente Amplio por la Soberanía, con 53.267 votos, y el Frente de Izquierda y de Trabajadores – Unidad, que obtuvo 30.499 votos, sin acceder a bancas en la Cámara.
A pesar de que los votos afirmativos lograron la gran mayoría con el 92,92% del total, el mensaje de la baja concurrencia y los votos nulos es ineludible. El análisis del tipo de voto refuerza la tendencia de descontento. Los votos válidos (95,15%) incluyen un alto caudal de sufragios que no fueron dirigidos a ninguna lista.
Los votos en blanco se mantuvieron en un 2,23% (40.028 votos), una cifra que suele representar indecisión.
Sin embargo, el factor relevante es el elevado porcentaje de votos nulos, que llegó al 4,8% (86.184 votos). Este volumen de votos anulados, que es casi el doble del voto en blanco, lo que puede entenderse como una clara manifestación de rechazo.
