El agente Santiago Romero se suma a otros tres ya condenados por el delito ocurrido en julio pasado durante un control vehicular en inmediaciones de Bouchard y Servellera, en la ciudad del sur provincial.
Un agente de la Gendarmería Nacional que trabajaba en Rosario fue condenado por un caso de abuso de autoridad contra una familia. El hecho denunciado ocurrió en julio pasado en una requisa vehicular cuando el acusado y otros cómplices le robaron dinero a las víctimas.
El gendarme Santiago Hernán Romero ya es el cuarto agente de la misma fuerza condenado en esta causa. Este martes el juez federal de Garantías Román Lanzón homologó el acuerdo abreviado presentado por el Ministerio Público Fiscal y la defensa del acusado, que terminó condenado a 2 años y 6 meses de prisión condicional.
El fiscal Federico Reynares Solari, a cargo de la investigación, ya había acusado a los otros tres gendarmes. También por juicio abreviado habían sido condenados a 2 años de prisión condicional los agentes Alejandro David Pacheco, Carla Cecilia Santillán y Diego Emanuel Torales.
Requisa y robo
Según la acusación de Reynares Solari, el hecho investigado ocurrió el 22 de julio pasado a las 22.45 en inmediaciones de Bouchard y Servellera, barrio Nuevo Alberdi de la zona norte de Rosario. Los agentes condenados detuvieron un vehículo en el que viajaba una pareja y dos hijos, de seis años y siete meses de edad y cometieron distintos delitos en el marco de una supuesta requisa.
Los gendarmes, planteó la Fiscalía, obligaron a la pareja a descender del auto y requisarlos cuando ya los habían identificado y no había ningún motivo legal que generara sospechas. Una actitud que para Reynares Solari afectó «el correcto funcionamiento de la administración pública».
En ese marco, según se supo tras la denuncia de las víctimas, los agentes robaron aproximadamente 1 millón de pesos. Luego de quitarles el dinero, los gendarmes se dirigieron al vehículo en el que se trasladaban y se fueron del lugar dejando a la familia en la vía pública.
Condenados
Después del hecho las víctimas se dirigieron a un puesto de Gendarmería ubicado en Sorrento y Cullen y denunciaron lo que había ocurrido. Minutos después las unidades de la fuerza fueron convocadas a una base ubicada en el Club Atlético Sparta, de Machaín y Maciel, donde las víctimas vieron llegar a los gendarmes ladrones y los reconocieron.
A Romero, el nuevo condenado, le atribuyeron los delitos de abuso de autoridad, hurto agravado por haber sido cometido por funcionarios públicos, al igual que los otros tres acusados. Pero en su caso, además, le sumaron el delito de coacción ya que fue quien amenazó a las víctimas para que no formalizaran la denuncia bajo la promesa de devolverles el dinero.
La condena para los cuatros también incluye reglas de conducta. Las deberán cumplir por dos años: fijar domicilio e informar si lo cambian, someterse al control del patronado de liberados, prohibición de contacto con las víctimas y el pago de 50 mil pesos en concepto de reparación.
Fuente: LaCapital
