Alguna vez Bernardi dejó Europa siendo jugador y le regaló al hincha rojinegro un título. No le fue bien en su primer ciclo como DT leproso. Pero una vez más, Lucas se puso la mochila más pesada. Y nuevamente le otorgó un alegrón al club del Parque Independencia, quien mantuvo la categoría a una fecha del cierre de la temporada
Foto: Juan José García
El triunfo de Newell’s frente a Huracán fue el comienzo del fin. La Lepra derrotó el sábado al Globo por 2-0 a primer turno y así le pasó al resto la obligación de ganar. El mismo día siguieron las buenas noticias. San Martín de San Juan empató con Lanús. Y el domingo llegó la mejor: la derrota de Godoy Cruz en Tucumán mantuvo a la Lepra en Primera División a falta de una jornada.
«Es algo muy lindo. Estamos en un momento complejo y los chicos dieron todo, esto es de ellos. No sé si es tranquilidad. Es desahogo de ver que podíamos ganar. Teníamos una oportunidad y la logramos. Es un triunfo que da paz», dijo Lucas Bernardi apenas Newell’s superó a Huracán, sin saber que ese resultado, un día más tarde, le permitía al club de sus amores la permanncia en la élite del fútbol argentino.
Bernardi vino a apagar un incendio y lo hizo. Cristian Fabbiani, con su soberbia, metió a Newell’s en terreno frágil y de mucho sufrimiento. La goleada con Argentinos Juniors fue demasiado y Astore, tarde pero seguro, decidió desplazar al Ogro.
No había nadie disponible para tomar tamaña responsabilidad. La de sacar a la Lepra de un pozo ciego. Por eso Astore decidió llamar a los candidatos a las elecciones del 14 de diciembre y poner el nombre de Bernardi sobre la mesa. Claro que antes habló con el DT para hacer esa movida.
La respuesta fue un unámime sí. Y Bernardi tomó el toro por las astas. Le fue mal en su estreno con Unión. Pero en ese partido Newell’s hizo figura al arquero tatengue. Existió una leve mejoría, más que nada desde lo anímico.
Al perder con Unión en el Coloso, el duelo con Huracán pasó a ser clave para el futuro rojinegro. A pesar de poder contar con Ever Banega, quien fue beneficiado al sacaarle una fecha de suspensión, Bernardi decidió prescindir del capitán para la alienación titular en el Ducó.
El ex volante campeón con Newell’s en 2013 apostó por juveniles como Facundo Guch, Luca Regiardo y Valentino Acuña. Y la apuesta le salió más que bien. En el primer tiempo la Lepra anotó los dos goles y el equipo nunca pasó sobresaltos.
«El sentido de pertenencia es algo nuestro, de la institución. Hoy los chicos están, se hacen cargo de un momento complejo pero también se necesita gente grande que los acompañe», manifestó Bernardi, quien en el complemento mandó a la cancha a Banega.
Alguna vez Bernardi dejó Europa siendo jugador y le regaló al hincha rojinegro un título. No le fue bien en su primer ciclo como DT leproso. Pero una vez más, Lucas se puso la mochila más pesada, salió de su zona de comfort. Y nuevamente le otorgó un alegrón al mundo rojinegro.
