Juan Lariguet lidera Corteva Agriscience en el Cono Sur, una de las compañías globales más relevantes en tecnología aplicada al agro. En un momento de un contexto climático favorable y en medio de importantes transformaciones en el sistema productivo argentino, el ejecutivo repasa los puntos clave de la próxima campaña agrícola y destaca el impacto del programa Sembrá Evolución.
-¿Cómo ve la situación agrícola en la Argentina luego de la baja de las retenciones que dispuso el Gobierno a los granos?
-Primero, julio nos dejó una buena cantidad de lluvias, lo cual es más que importante. Los perfiles de los suelos se están recargando, y desde el punto de vista agronómico, y siguiendo los pronósticos, esperamos una muy buena campaña en cuanto a condiciones para establecer los cultivos. Eso no es menor, considerando que en las últimas campañas siempre tuvimos algún déficit hídrico marcado.
Además, celebramos cualquier iniciativa que reduzca la presión tributaria sobre el campo. Vemos muy positivo la reciente quita de retenciones de manera permanente por parte del Gobierno, ya que permite que muchas zonas que venían con márgenes negativos ahora al menos tengan la aspiración de ser positivas.
Todavía falta mucho. Los precios internacionales de los commodities están bajos, los márgenes siguen muy ajustados y el capital de trabajo es una gran limitante. Aun así, el productor argentino está preparado para salir al campo y apostar por una nueva campaña. Hoy, con los datos que arrojan las trampas instaladas por Maizar (la cadena de maíz y sorgo) para el monitoreo de Dalbulus es probable que tengamos una recuperación completa del área sembrada con maíz.
-¿Cuál considera que es el principal desafío que enfrenta hoy el productor?
-El gran desafío está en los márgenes y en la rentabilidad. Cómo ser más eficientes en la producción, cómo lograr mayores rendimientos que nos permitan reducir el costo por tonelada, bajando el impacto de los costos por hectárea. Esa es la clave para sostener la competitividad en este contexto.
-En ese sentido, ¿qué rol cumple el programa Brechas de Pioneer?
-Presentamos los resultados del programa Brechas, de nuestra marca Pioneer, que busca precisamente aumentar los rendimientos de maíz y soja en Argentina. Ambos cultivos tienen un potencial no aprovechado que, con las tecnologías ya disponibles, permitiría sumar hasta 15 millones de toneladas extra en soja y 20 millones en maíz. Esto se logra adaptando tecnologías de manejo, aumentando la fertilización y utilizando bioestimulantes. El objetivo es encontrar esquemas de manejo que sean económicamente viables. Y lo estamos logrando: los ensayos de Pioneer en todas las zonas muestran que cada brecha cerrada genera, en promedio, un 40% de retorno extra sobre la tecnología aplicada.
-¿Cómo es el foco de la compañía en el país?
-Está con los ojos puestos en una Argentina que empieza a estabilizar su macroeconomía. Este país sigue siendo uno de los cinco mercados más importantes del mundo para Corteva. Y tiene muchas oportunidades frente a otras geografías. En soja, el sistema Sembrá Evolución marcó un antes y un después, ya que reconoce la propiedad intelectual a través de acuerdos entre privados, lo que permitió volver a invertir en genética después de décadas. Además, estamos apostando fuerte a acortar las brechas de rendimiento. Esta campaña lanzamos más de siete nuevas variedades de soja, todas con tecnología Enlist, y seguimos sumando híbridos de maíz con mejoras significativas en rinde respecto de sus predecesores.
-¿Qué beneficios trajo Sembrá Evolución para la industria, en este caso, para Corteva?
-El mejoramiento genético lleva tiempo, cada ciclo puede demorar unos cinco años. Pero ya vemos resultados concretos. Las variedades que estamos lanzando esta campaña muestran incrementos claros de rendimiento, y eso es muy alentador.
-Con Sembrá Evolución vigente, ¿necesita la industria una nueva Ley de Semillas?
Cuanto más transparente sea el mercado y cuanto más reconocimiento de propiedad intelectual exista, ese va a ser siempre el combustible para más innovación. Con lo cual, Sembrá Evolución es un grandísimo paso, pero sin duda que celebraríamos cambios en la ley de semilla.
Hoy, gracias a Sembrá Evolución, el reconocimiento de la propiedad intelectual en soja alcanzó el 40%, un récord histórico en Argentina, que nunca había superado el 20%. En comparación, Brasil está por encima del 80%, y Uruguay casi llega al 100%. De hecho, en el año 2000, Brasil rendía 500 kilos menos que Argentina en soja. Hoy, rinde 500 kilos más. La diferencia está en la inversión, y por eso estamos orgullosos de haber impulsado Sembrá Evolución junto con colegas de toda la industria.
-¿Tienen previsto nuevas inversiones en el país?
-Invertimos de manera constante. Cada campaña implica cientos de millones de dólares para producir nuestras semillas. Lo hacemos apostando al campo argentino, con más de 4.000 familias que, de manera directa o indirecta, trabajan con nosotros. Esa es nuestra forma de acercar innovación al productor.