Ethel Caterham nació en 1909 en un pueblito de Inglaterra y, actualmente, es la mujer más longeva del mundo. La mujer vive en un geriátrico en Camberley y cumplió 116 años.
Para Ethel Caterham, el truco para tener una vida larga es aprovechar las oportunidades, tener una actitud positiva y hacer todo con moderación. La mujer de 116 años se convirtió en la persona viva más longeva del mundo el año pasado al morir la hermana Inah Canabarro, una monja y maestra brasileña, que tenía la misma edad que la inglesa actualmente.
«Nunca discuto con nadie, escucho y hago lo que me gusta«, dijo Caterham desde su residencia de ancianos en Surrey, al suroeste de Londres, sobre el secreto de su longevidad.
Ethel nació el 21 de agosto de 1909 en el pueblo de Shipton Bellinger, en el sur de Inglaterra, cinco años antes de que estallara la Primera Guerra Mundial. Fue la segunda más joven de ocho hermanos.
En 1927, a la edad de 18 años, Caterham emprendió un viaje a la India, trabajando como niñera para una familia británica, donde permaneció tres años antes de regresar a Inglaterra. Conoció a su esposo Norman, quien era mayor en el ejército británico, en una cena en 1931, y vivieron en Hong Kong y Gibraltar. Tuvieron dos hijas, que criaron en el Reino Unido. Norman falleció en 1976.
Enviudó hace casi medio siglo, en 1976. Ethel solo dejó de conducir cuando se acercaba a los 100 años. A sus casi 111 años, incluso logró recuperarse del Covid. ¿El secreto de su longevidad? “No haber discutido con nadie”, respondió en una ocasión a un periodista.
La mujer actualmente vive en una residencia geriátrica en Camberley (Inglaterra), que publicó fotos de ella partiendo un pastel y portando una tiara con el número 116.
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Una mujer con una larga y próspera vida
“Ethel y su familia están profundamente agradecidos por todos los amables mensajes y la preocupación que le mostraron en su 116° cumpleaños”, declaró la residencia de ancianos de Surrey que alberga a la supercentenaria.
En entrevistas ofrecidas en distintas momentos de su vida, Caterham declaró que a lo largo de su existencia “tomó todo con calma, los altos y los bajos”. Y al diario Salisbury Journal le confió otro de sus principios: “Aprovechar todas las oportunidades, mantener una actitud mental positiva y hacer todo con moderación”.
El título de la persona más longeva de la historia lo ostenta Jeanne Calment, una francesa que vivió 122 años y 164 días, según el Libro Guinness de los Récords.