Los riesgos de la IA: 4 preguntas imprescindibles para un uso responsable

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La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una de las tecnologías más disruptivas de la última década. Herramientas como ChatGPT, Copilot de Microsoft o Gemini de Google se integran cada vez más en ámbitos educativos, laborales y creativos. Sin embargo, el entusiasmo por estas aplicaciones convive con una pregunta central: ¿qué tan responsable y seguro es su uso?

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Expertos de universidades como Stanford y organismos especializados en tecnología coinciden en que la clave está en hacerse las preguntas correctas antes de delegar tareas en la IA.

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1. ¿Para qué voy a usar esta IA?

El abanico de aplicaciones crece día a día: desde programas que resuelven cálculos matemáticos con solo tomar una foto, hasta asistentes que redactan informes completos o analizan bases de datos. Pero no todas las herramientas sirven para lo mismo.

Un informe del AI Index Report 2025 de la Universidad de Stanford advierte que elegir la aplicación adecuada según el objetivo es determinante para obtener resultados útiles y evitar frustraciones. Optar por la más popular no siempre es lo más conveniente.

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2. ¿Puedo confiar en las respuestas de la IA?

La velocidad y precisión aparente de la IA pueden dar una falsa sensación de seguridad. No obstante, estas plataformas tienden a cometer errores conocidos como alucinaciones: respuestas inventadas que suenan verosímiles pero carecen de sustento real.

“Es fundamental verificar la información y contrastarla con fuentes confiables”, recomiendan desde organismos como la Asociación de Periodismo Computacional. Un uso acrítico puede derivar en desinformación o trabajos poco confiables en ámbitos académicos y profesionales.

3. ¿Qué pasa con mis datos?

Cada interacción con un modelo de IA implica compartir información que puede quedar almacenada y, en algunos casos, ser utilizada para entrenar futuros algoritmos. De ahí la importancia de revisar las políticas de privacidad.

En 2023, Italia fue el primer país europeo en suspender temporalmente a ChatGPT por incumplimientos con el Reglamento General de Protección de Datos. Casos similares motivaron advertencias en Corea del Sur, Australia y Estados Unidos.

Los especialistas sugieren no ingresar información sensible o confidencial y verificar si la herramienta ofrece opciones para restringir el uso de los datos.

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4. ¿Realmente necesito IA para esto?

Aunque las posibilidades parecen infinitas, no todas las tareas requieren inteligencia artificial. Muchas veces una calculadora, un buscador tradicional o la consulta con un especialista ofrecen respuestas más seguras y rápidas.

Además, el costo ambiental es un factor a considerar: los centros de datos que sostienen estos modelos consumen enormes cantidades de energía y agua para su funcionamiento. Según estimaciones del Financial Times, el entrenamiento de un modelo de gran escala puede implicar el gasto de millones de litros de agua en el proceso de enfriamiento.

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