Una familia argentina sufrió la pérdida irrecuperable de un perro previo a embarcar hacia España. Grisel Ortiz y su madre, ambas oriundas de Buenos Aires, viajaban junto a sus tres perras, que, por su tamaño y peso debían volar en el espacio de bodega. Antes del despegue, Mona, una de las perritas, se escapó de su jaula y nunca más la volvieron a ver. Ahora, la Justicia dictaminó que la indemnización de la aerolínea a sus dueños equivaldría solamente a una pieza de equipaje.
Fue el Tribunal de Justicia de la Unión Europea el ente que resolvió que Iberia, la aerolínea española con la que viajó la familia argentina, debe otorgar a los perjudicados una compensación que queda limitada al tope general previsto para las valijas. Esta resolución sienta un precedente: cuando un animal de compañía viaja en un avión, la responsabilidad por su pérdida o daño se rige como si fuera equipaje.
Frente a la situación, la familia argentina elevó una queja, y, al no recibir respuesta, acudió a la Justicia. Lo particular es que si bien Iberia reconoció la responsabilidad en la pérdida del animal, defendió que el cálculo de la indemnización debía ceñirse al límite del equipaje.
La última palabra la tuvo el Tribunal de Justicia europeo, que tuvo una respuesta tajante: un animal de compañía no es un pasajero —se reserva ese término a las “personas”—, de modo que queda comprendido en “equipaje” a efectos de responsabilidad. Este enfoque no busca disminuir las obligaciones del bienestar animal durante el transporte, pero sí determina el régimen indemnizatorio si algo sale mal.
La historia de Mona, la perra argentina que se perdió en un vuelo a España
El 22 de octubre de 2019, Grisel Ortiz, su mamá y sus tres perras embarcaban rumbo a Barcelona. Cuando las dos mujeres ya estaban sentadas en el avión, Mona estaba siendo introducida en la bodega de la nave. En ese momento, la perra se escapó de su jaula y nunca más volvieron a verla.
mona perra
Mona, la perrita que se perdió antes de subir a un avión en 2019
“Yo misma metí a mis tres perras en sus respectivas jaulas. Vi perfectamente como la de Mona estaba bien cerrada y precintada”, contó Grisel al diario Clarín en enero del 2020, tan solo unos meses después del triste incidente. “Mona rompió el costado opuesto de la jaula y por allí salió”, informó en ese momento un comunicado de Iberia.
La mamá de Grisel aseguró que, desde arriba del avión, vio a Mona corriendo por la pista del aeropuerto, perseguida por tres camionetas. La perrita nunca más apareció.
Desde el momento de su pérdida, la familia creó una cuenta de Facebook «Buscamos a Mona», que al día de hoy suma más de 19 mil seguidores.