Nunca se supo a ciencia cierta qué sucedió exactamente con Marita Verón, la joven de 23 años que fue vista por última vez el 3 de abril de 2002 en la provincia de Tucumán, cuando salió de su casa para ir al médico y nunca más volvió.
El caso, de altísimo impacto mediático, demoró varios años en tener condenados, y varios años más en que dichos condenados fueran a prisión.
Su mamá, Susana Trimarco, convirtió la historia de Marita en un emblema y a la trata de personas en delito. No es poco.
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Marita Verón era estudiante de abogacía, tenía una hija (Micaela) de pocos meses de edad y vivía con su familia en San Miguel de Tucumán. Tras su desaparición, sus seres queridos denunciaron el hecho ante la Policía, pero las autoridades no actuaron con la urgencia necesaria ni tomaron medidas concretas para hallarla.
Cabe destacar que en 2002 no existía el Alerta Sofía, que recién se puso en marcha en marzo de 2019, tras la desaparición de Sofía Herrera, ocurrida en Tierra del Fuego el 28 de septiembre de 2008.
A medida que pasaban los días, la preocupación de su familia y amigos aumentó. Ante la falta de respuestas, comenzaron una investigación propia y presionaron a las instituciones para que intervinieran. Fue entonces cuando descubrieron que Marita había sido víctima de un secuestro con fines de trata de personas y que había sido vendida para su explotación sexual.
Las pruebas y los testimonios obtenidos en gran parte por la misma Susana Trimarco, quien desde el primer momento se dedicó incansablemente a buscar a su hija, permitieron que el caso avanzara en la Justicia.
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Tras varias investigaciones, en abril de 2014 se dictaron sentencias contra los responsables del secuestro de Marita, con penas que oscilaron entre los 10 y los 22 años de prisión. Sin embargo, la Justicia no ordenó la inmediata detención de los delincuentes.
Recién en abril de 2017, la Cámara Penal, sala II, dispuso el cumplimiento efectivo de las condenas y los implicados fueron encarcelados.
Quiénes fueron los condenados por el secuestro de Marita Verón
- Daniela Milhein: culpable de haber mantenido cautiva a Marita en Tucumán. Sentenciada a 18 años de prisión por ser coautora del delito de retención y ocultamiento agravado para el ejercicio de la prostitución.
- Alejandro González: condenado a 18 años de prisión como coautor del mismo delito.
- José Fernando Gómez y Gonzalo Gómez: sentenciados a 22 años de prisión cada uno por haber participado en la retención y explotación de Marita.
- Domingo Andrada: policía acusado de reclutar mujeres para prostíbulos. Recibió una pena de 17 años de prisión.
- Carlos Alberto Luna: administraba prostíbulos en La Rioja. Condenado a 17 años de prisión.
- Azucena Márquez: responsable de la gestión de prostíbulos, sentenciada a 15 años de prisión.
- Humberto Derobertis: administraba el prostíbulo «El Desafío» donde Marita estuvo retenida. Condenado a 12 años.
- Paola Gaitán: se encargaba de ocultar a las víctimas. Recibió 10 años de prisión.
- Mariana Bustos: participó en la retención de Marita en La Rioja y fue condenada a 10 años de prisión.
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Marita Verón: un caso que conmocionó al país
La desaparición de Marita Verón sacudió a la sociedad argentina de principios del siglo XXI y expuso la existencia de intrincadas redes de trata de personas, así como la ineficacia y corrupción dentro del sistema judicial y policial. Su caso despertó un movimiento de solidaridad y generó conciencia sobre el flagelo de la explotación sexual.
En su lucha, Susana Trimarco creó la Fundación Marita Verón, que rescató a más de 100 mujeres víctimas de la trata. Además, impulsó la sanción de la Ley 26.364 y su modificación posterior, la Ley 26.842, que refuerza la prevención y sanciones contra la trata de personas.
Hasta el día de hoy, Susana y su nieta Micaela, de 23 años, continúan la búsqueda de Marita.
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