Tras la renuncia de García-Mansilla, el gobierno desistirá de enviar nuevos pliegos para la Corte

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Sin apoyo político (el Senado rechazó su pliego por abrumadora mayoría) y con la objeción de la mayoría de juristas y constitucionalistas del país, Manuel García-Mansilla renunció finalmente como juez de la Corte Suprema de Justicia, cargo al que había arribado por decreto del presidente Javier Milei. Con esta decisión, que comunicó por carta al propio jefe del Estado, el máximo tribunal vuelve a funcionar con tres miembros y el gobierno no insistiría este año con enviar nuevos pliegos dado el estado de fragilidad parlamentaria con la que cuenta La Libertad Avanza. El catedrático conservador, nacido en Bariloche, estuvo solo 40 días en el cargo.

“Me dirijo a Usted a fin de presentar la renuncia indeclinable al cargo de juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para el que fui nombrado, en comisión, por el decreto 137 del 26 de febrero de 2025”, arrancó la misiva que le envió a Milei.

La decisión del magistrado ocurre días después de ser rechazado por 51 votos en contra y 20 a favor por el Senado al cosechar el sufragio negativo de los tres bloques del peronismo y el grueso del radicalismo. Sólo tuvo el voto favorable de la Libertad Avanza, algunos legisladores del PRO y dos radicales y algunos bloques provinciales aliados del gobierno nacional.

A diferencia de lo que pasó con el pliego de Ariel Lijo, el interbloque peronista se mostró unido en el rechazo al pliego de García-Mansilla.

A su vez, tras el rechazo del Senado, el juez federal de La Plata, Alejo Ramos Padilla, firmó una medida cautelar que ordenaba a García- Mansilla abstenerse de firmar resoluciones o medidas administrativas por un plazo de 90 días. El magistrado mantenía la medida hasta que se resolviera la legalidad del decreto presidencial que lo había designado.

La explicación de García-Mansilla

En su renuncia, García-Mansilla explicó que aceptó el “nombramiento con la convicción de que la falta de integración de la Corte Suprema era un grave problema institucional que requería una solución urgente”. “Se habían generado dos vacantes en la Corte Suprema, que quedó reducida a solo tres miembros desde el 29 de diciembre de 2024. Sin embargo, una de las vacantes existentes a esa fecha tenía ya más de tres años. Es francamente sorprendente que, a pesar de la importancia y del peso que tiene cada juez en un tribunal con una integración tan reducida, se hubiera naturalizado la existencia de una vacante sin cubrir durante un lapso tan prolongado. A esa anomalía institucional se le había sumado una nueva vacante, que agravó aún más la situación y que, incuestionablemente, requería también ser cubierta sin dilaciones”, completó.

“Al momento de aceptar el nombramiento en comisión, consideré que debía asumir la responsabilidad de colaborar con la inmediata solución a ese grave problema. Mantener un tribunal incompleto, con un riesgo evidente de parálisis, habría sido rehuir de lo que considero una obligación para cualquier abogado”, afirmó.

>> Leer más: Corte Suprema: tras 40 días en el cargo, renunció Manuel García-Mansilla

Más adelante, lanzó: “Nunca afirmé que no aceptaría en ningún caso, o bajo ningún punto de vista, un nombramiento en comisión como juez de la Corte”. Sin embargo, cuando fue a la Comisión de Acuerdo a defender su pliego, le hicieron al menos tres preguntas en ese sentido y en todas contestó que jamás aceptaría ser designado por decreto. Puso como ejemplo de su negativa la controversia que se abrió cuando el expresidente Mauricio Macri hizo lo mismo con Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz.

Cerca del final asegura que “tal vez este episodio y esta renuncia sirvan de advertencia para que se den cuenta de una vez de que la integración de la Corte Suprema, y de todo el Poder Judicial federal, es urgente y que deben dejarse de lado las mezquindades que parecen haberse impuesto hace mucho tiempo”.

Revés político para Milei

Pese al revés político, en la Casa Rosada no hubo gran sorpresa cuando se conoció la renuncia de García-Mansilla.

De esta manera, la Corte volvió a tener a partir de ese momento solo tres integrantes, Rosatti, Ricardo Lorenzetti y Rosenkrantz, una situación inusual en la que se encuentra desde finales de diciembre pasado.

De acuerdo con lo que precisaron al portal Infobae fuentes oficiales, a pesar de la preocupación que genera en la Casa Rosada esta circunstancia, el presidente no va a proponer nuevos candidatos para cubrir las vacantes hasta recién después de las elecciones.

En el círculo íntimo del mandatario nacional consideran que, teniendo en cuenta cómo está compuesto actualmente el Senado, cualquier otro intento de completar las sillas vacías en el organismo judicial terminaría en nuevas derrotas para La Libertad Avanza.

Por esta razón, en Balcarce 50 se impone, por lo menos hasta el momento, la idea de aguardar hasta el año que viene para pensar en la siguiente estrategia, ya que confían en que el oficialismo tendrá un buen desempeño en las urnas y, por lo tanto, en el 2026 tendrá bloques más grandes en ambas Cámaras.

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