Temporánea, un espacio de danza y aprendizaje para abrigar y formar a la comunidad

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Juan Aguzzi

En tiempos difíciles donde acucian las dificultades económicas, se cercenan derechos y se desprotege a la población más vulnerable –lo que ocurre cada día en Argentina–, tal vez cobren otra dimensión los espacios de resistencia, y los que se relacionan con las expresiones artísticas –ahora que el arte no ataca sino que es atacado– apelan a las herramientas y recursos propios de la actividad para trabajar a conciencia desde el aprendizaje y la práctica que proponen, lo que a la vez los sitúa como lugares de formación y contención.

Y además, desde esos espacios de creación, se trabaja sobre la amistad, la comunicación, la solidaridad como aspectos aglutinantes que permiten entender el arte, lo artístico, como un elemento verdaderamente transformador. También, claro, desde allí surgen obras, puestas en escena, performances, creaciones como resultado de lo producido. Uno de estos espacios es el Centro Cultural Temporánea (Crespo 1580), donde se llevan a cabo diferentes actividades artísticas y de aprendizaje con un fuerte eje en la danza, que hace apenas unos meses cumplió sus primeros cinco años de existencia.

A continuación, las bailarinas y docentes Rosa María Torres y Flor Alonso, coordinadoras generales de Temporánea describen los objetivos, los métodos empleados y las diversas propuestas de aprendizaje de esta aventura creativa y de resistencia que emprendieron en un funcional espacio ubicado en los comienzos del barrio Echesortu.

“El Centro Cultural Temporánea está habilitado por la asociación civil Mestizas que lleva a cabo diferentes actividades; las centrales son danza contemporánea, fotografía y ecología. Las actividades centrales son en relación al movimiento y dentro del movimiento está la danza contemporánea, la danza moderna, y además se dictan talleres de composición e improvisación en danza. En diciembre de 2024 cumplimos cinco años, el proyecto se inició en Funes con personas interesadas en la danza contemporánea y allí trabajamos en el Club Atlético Funes. Regresamos a Rosario luego de ocho años de trabajo allí y pensamos en la posibilidad de tener nuestro propio espacio hasta que lo logramos y armamos Temporánea y retomamos todo el proyecto, ya en 2019”, describe Torres el carácter del centro cultural y el itinerario hasta llegar a su conformación.

Y agrega: “Este espacio, este proyecto, siempre se autogestionó en base a la amistad, a los artistas, a la gente allegada a este arte, en este caso de la danza en específico y también de la música, y luego de unos años logramos armar una ONG donde comenzamos a enmarcar los proyectos, firmar convenios y tener una figura legal, pero continúa siempre lo fundamental, la amistad y el interés por el arte”.

Alaia Ibarbia

Su colega y coordinadora Flor Alonso apunta lo que aporta la danza o los movimientos corporales en este contexto tan crítico y hace hincapié en que “es importante destacar el tema de la amistad, las reuniones, la comunidad, porque todos los proyectos independientes y autogestivos se han formado, a lo largo de la historia de la danza inclusive, de la misma manera, con la misma  índole de gestión. Para nosotras es continuar con algo que hemos aprendido en todas las formaciones y experiencias que hemos tenido cada una, para poder transmitirlo y generar una conciencia de trabajo en la gente que participa en este espacio y que lo habita todos los días”. En este sentido, da cuenta en detalle de la propuesta de Temporánea: “Los talleres que se desarrollan en el centro cultural están dirigidos a toda la comunidad, lo que se tiene en cuenta es si existe algún nivel de formación o un acercamiento previo a cualquier tipo de danza, pero en general están destinados a todas las personas, tanto el de Danza Infinita, que dirigimos y coordinamos con Rosa, como todos los otros talleres que funcionan acá.

Creemos que es muy importante que lo que hacemos esté destinado a toda la población porque el arte es para todos, el problema está en cómo se acerca uno, de qué manera y adónde, eso un poco va marcando nuestro camino, creemos que es de suma importancia lo que el arte deja, lo que brinda, y este es un espacio de reflexión, un espacio para crear, para moverse, todos los talleres tienen ese eje central. El arte es transformador, sobre todo en estos tiempos tan complejos y difíciles que se viven y entonces se convierte se convierte en una necesidad primaria, pese a que a veces se las ingenian para hacer que el arte esté siempre en el fondo, pero resistimos para que se pueda lograr estar en ese primer plano, con la danza, el movimiento, que es lo que nos compete a nosotras, pero también con todo tipo de expresión artística”.

Agustina Chirife

Acerca de lo qué trabajan exactamente en las técnicas Cunningham / Release y en la improvisación y la composición que proponen, Alonso explica: “Con respecto a lo técnico, nosotras damos un taller que se llama Danza Infinita en el cual abordamos distintos lenguajes de la danza contemporánea que hemos estudiado en profundidad y se llaman Cunningham Release y Muller; dentro de la Danza Infinita está el laboratorio de composición e improvisación que es como una segunda etapa del taller donde abordamos esas técnicas, las estudiamos, hacemos ejercicios, jugamos también, y en base a eso creamos algunas performances que luego presentamos en este centro cultural. Las técnicas que utilizamos son muy específicas de la danza, pero tratamos, en nuestro modo de ver y transitar la danza, de transmitirlas teniendo en cuenta su complejidad, solemos ser muy estrictas con el contenido de la técnica, porque nos parece importante formar a la gente y la gente sepa que se está formando de determinada manera, que no es todo lo mismo”.

Finalmente, Torres señala cuáles son las actividades principales que se llevan a cabo en la actualidad y cómo se solventan. “Desde la asociación civil Mestizas llevamos adelante talleres para la población vulnerable, trabajamos con personas que estuvieron privadas de su libertad; también con el colectivo LGTBQ Trans y, en 2025, firmamos convenios con otros centros culturales y tenemos talleres en el centro cultural Obrador, en el Temporánea, en el Programa Andrés Rosario y en las cárceles, en la Unidad n° 5 de mujeres y también en la de hombres. Ahí se hacen talleres de carpintería, de huerta; en Temporánea se hace pluridiversotextil para la comunidad LGTBQ Trans, y este año comenzamos con Cuerpo Musical, con creación de canciones a cargo de Adrián Abonizio y danza contemporánea, cuidado y disfrute del cuerpo a cargo de nosotras. Los talleres en Temporánea se solventan con el pago de una cuota general acordada entre los talleristas y las coordinadoras del espacio y los asistentes pagan una cuota mensual”.

María José García

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